Atlético 2-1 Alavés

A otra cosa mariposa

En la profundidad por las bandas y superioridad en el uno contra uno, llegó el primer tanto colchonero cuando Riquelme definió como un ratón de área. Y por la derecha, un campeón del mundo, que no el único argentino, como Molina percutiendo una y otra vez para volver locos a Duarte y Luis Rioja. El caso es que sin desmerecer al centro del campo albiazul, la calidad madrileña se hizo dueña y señora de la sala de máquinas con otro mundialista como Griezmann echando siempre una mano. Y el punta internacional Morata, asistiendo en el primer tanto y marcando el segundo por la escuadra justo antes del descanso.

De esta forma, números de ensueño para un equipo aspirante a todas las competiciones al que su experimentado entrenador parece reinventarlo continuamente. Es así como a su homólogo visitante Luis García no le tocó otra que corregir su defensa tras la reanudación con cinco hombres para no dar tantas facilidades. Pero tanto el titular Gorosabel como el entrante Javi López por los costados no tienen la calidad de sus rivales. Pero ni ningún compañero y el caso es que últimamente este Atlético está encontrando la fórmula de sumar las individualidades exponencialmente al conjunto. Es como tras la continuación ambas escuadras oxigenaron a su tropa dando oportunidades a futbolistas más secundarios actualmente, pero que confío en que puedan aumentar la competitividad.

Porque no hay que perder ni un segundo en olvidar un partido que transcurrió tan difícil como se presumía y donde ante la máxima exigencia, el Alavés se mostró netamente inferior, pese a una segunda mitad mucho más aceptable y acortando distancias Guevara en el descuento. Aunque no recibimos la puntilla del tercer gol, incluso con uno polémico anulado, tampoco fuimos capaces de meternos en el duelo de verdad salvo in extremis, siendo el revulsivo Hagi un verdadero brote verde y autor de la asistencia foránea.

De hecho, lo considero una de nuestras mejores bazas para mejorar nuestra vocación ofensiva, sobre todo en Vitoria. Y nunca mejor dicho ante la próxima y temprana final ya frente al colista Almería, al que tampoco parece revitalizar su último técnico vasco Garitano. El oponente andaluz está demostrando hasta ahora el porqué de empezar a considerarse como desahuciado para salvarse. El Alavés tiene una gran oportunidad el próximo domingo a la hora de comer de darle otra puntilla importante. Porque, a expensas del duelo de hoy entre Granada y Villarreal, tenemos un calendario que nos debe permitir alejarnos de los puestos peligrosos después de visitar al Barcelona, con Granada y Mallorca como contrincantes.

Aunque luego acabamos el año con dos 'Everest' como el sorprendente Girona y el colíder Real Madrid para empezar el nuevo contra la Real Sociedad. Sin olvidar el trámite primero de este jueves para pasar la primera eliminatoria copera en la visita al asequible Deportivo Murcia.