Coudet da instrucciones a sus jugadores durante su primer entrenamiento al frente del Alavés. D. Alavés
Alavés-Athletic | Mendizorroza, 16.15 horas

Mendizorroza reabre tras 15 días de reformas

La 'era Coudet' levanta el telón en Vitoria con la dura visita del Athletic. El Alavés se ha serenado tras la semana de trabajo y el gran punto de El Sadar

Domingo, 15 de diciembre 2024, 00:44

El Athletic, con su etiqueta de 'equipo Champions' en LaLiga y sus dos meses invicto, visita hoy a un Alavés que reabre Mendizorroza tras 15 días de reformas. Y es que la última vez que se encendieron los focos del Paseo de Cervantes, Luis García ... seguía ahí. Los vitorianos, con un triunfo en ocho jornadas y una lista de «jugadas grises», como las calificó el entrenador madrileño, transformadas en penaltis rigurosos en contra por el VAR, recibía al Leganés en un partido que nadie quiso calificar de «final». Sin embargo, el duelo fue definitivo.

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El empate (1-1) logrado por Carlos Vicente 'in extremis' en un estadio en ebullición, que soñó con el triunfo en el epílogo, puso el punto final a dos años de estabilidad en el banquillo albiazul. El entrenador del ascenso a Primera en la agónica prórroga ante el Levante (2023) y de la holgada permanencia del curso pasado, coronada con un décimo puesto, se despedía tras 108 partidos.

Una destitución «injusta» para García, que se marchó entre lágrimas y como «un alavesista más» arropado por la masa social babazorra. Una decisión tomada «para no poner en peligro el proyecto deportivo del club» y basada en «datos objetivos» como explicó Sergio Fernández. «Los cuatro puntos de 27 son contundentes», añadió. Y para buscar un «impulso» deportivo, el Alavés fichó a Eduardo Coudet.

48 horas frenéticas

En dos días, el banquillo y todo el club sufrió una sacudida que todavía tiene réplicas. García dirigió los entrenamientos del domingo y del lunes y el martes, a las 20 horas, el Chacho ya estaba en Mendizorroza para conocer a sus futbolistas recién aterrizado desde Argentina. Coudet se presentó poniendo en valor el trabajo de su predecesor y demandando un Alavés que «sea protagonista» desde «la posesión y la presión». Sin embargo, su primer experimento en el banquillo vitoriano fue fallido.

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Su debut fue exprés. 48 horas después de llegar a Ibaia y sin deshacer la «valija», el argentino se llevó el primer golpe. Los alavesistas, plagados de titulares, fueron eliminados de la Copa en los penaltis por la Minera de Segunda RFEF. «Me hubiese gustado ganar para calmar todo lo que rodea al club. No es un buen momento. El vestuario siente la salida del entrenador y está recibiendo mucha información», destacó. En el Cartagonova, Coudet apostó por su plan tras sólo dos sesiones de trabajo. Y el equipo se desordenó en su 4-1-3-2. «Encontrar los automatismos y los movimientos lleva tiempo», avisó un técnico que centró sus primeros días en Vitoria en trabajar el «aspecto mental» para «levantar» al equipo.

La plantilla necesitaba «pasar página», como confesó Vicente, tras semanas llenas de desgaste. Las decisiones fueron traumáticas en busca de un nuevo horizonte. Y la tormenta dejó de arreciar en El Sadar. Los vitorianos lograron un empate (2-2) ante Osasuna que será un «punto de partida» según Coudet. Los cuatro goles de Kike García y las paradas de Sivera han sujetado a un Alavés que antes con el madrileño y ahora con el argentino sigue teniendo la fragilidad defensiva y las dudas en la banda izquierda como problemas. A pesar de ello, la igualada ante Osasuna serenó a un bloque que ha gozado de una semana para que las ideas del nuevo técnico echen raíces una vez superado el shock inicial.

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El Chacho quiere un bloque «ofensivo» y con un «innegociable sacrificio colectivo». Un nuevo ecosistema, en el que futbolistas como Jordán han ganado peso, que tiene trazos de la pizarra de García. El argentino busca imponer su sello sin romper por completo con el pasado. Y con más aspiraciones que certezas levanta el telón el Alavés a la 'era Coudet' hoy ante el Athletic. El escenario es de alta tensión. Tras sumar un triunfo en las últimas 10 jornadas, un punto separa a los albiazules del descenso. Una zona roja que nunca han pisado. Los rivales aprietan como Coudet ansia que sus futbolistas muerdan.

En busca de seguir sumando en los derbis

La campaña pasada, los encuentros ante Athletic, Real Sociedad y Osasuna fueron un suplicio para el Alavés. Apenas lograron marcar un gol y sumar un punto en seis choques. El empate (1-1) en Anoeta fue su única alegría. En el resto de partidos fueron derrotados. Sin embargo, esta campaña, su rendimiento en los derbis ha mejorado. El Alavés ganó en San Sebastián (1-2) y empató (2-2) en Pamplona. Hoy, ante el Athletic, buscarán un triunfo con el que alcanzar los 18 puntos, uno más que en toda la primera vuelta del curso pasado (17). Y todavía quedarán dos jornadas por jugar.

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