![El Alavés apela al deber de «competir»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202010/31/media/cortadas/Edgar-kdEH-U1206264612082VE-1248x770@El%20Correo.jpg)
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«La palabra clave es competir». Es la línea que se marca Pablo Machín en el partido de esta noche ante el Barcelona (Mendizorroza, 21.00 horas). Un rival superior, pero marcado hasta la fecha por la discontinuidad. Enlaza dos derrotas consecutivas en Liga –Real ... Madrid y Getafe–, pero llega a Vitoria tras hacer el que el técnico albiazul considera «su mejor partido» de la temporada, el pasado miércoles en Champions ante la Juventus. «Nos gustaría encontrarnos un Barcelona que no tenga su día, que falle lo que normalmente no falla, pero lo inteligente es ponernos en la tesitura de enfrentarnos al que ganó a la Juve», reflexiona el técnico albiazul.
Seguro, igual que Joselu, de que «ningún equipo es invencible». El equipo de Koeman, de hecho, no ha sumado ni la mitad de los puntos en juego (7 de 15). «Si le ha podido ganar un rival como el Getafe, nosotros podemos hacer lo propio», expone Machín, que mira de reojo al empate en casa ante los azulones (0-0) como termómetro para medir las opciones frente a los culés. Consciente de que éstas pasan inevitablemente por algunas premisas de obligado cumplimiento.
la fórmula
«A modo de resumen, debemos tener acierto en las dos áreas y un poco de suerte, nos enfrentamos a uno de los mejores equipos del mundo, que tiene futbolistas excepcionales». Es ahí donde aparece «la palabra clave, competir». Más que ganar, el técnico soriano exige a los suyos «dar el máximo de cada uno para ponérselo lo más difícil posible, estar dentro del partido y seguir con nuestras opciones hasta el final». Algo que, a su juicio, solo sucederá si el Alavés juega «como un bloque», la única manera de ganar a un equipo «que es superior a nosotros».
La alineación no será muy diferente a la que logró en Valladolid una victoria que da tranquilidad mientras se afianza la idea. Aunque Pablo Machín no esconde que la categoría del rival obliga a introducir matices tácticos. Tener enfrente al Barcelona condiciona esa idea. «Por supuesto. Siempre digo que me gusta fijarnos más en nosotros que en el rival, un 80% contra un 20%, pero hay veces que el adversario exige estar pendiente de ellos y es el caso».
El guión inicial marca que será el equipo de Koeman el que lleve el peso del partido. «La posesión la van a tener, pero eso no te garantiza nada. Cuando se generan más ocasiones, en equipos como el nuestro, es en las transiciones y ahí es donde debemos demostrar nuestras fortalezas. No quiere decir que vayamos a regalar el balón, cada uno explora sus posibilidades y hay que saber encontrar el momento», apunta el soriano, que está pendiente del estado de Lucas y Edgar. Si el delantero no llega a tiempo su puesto será para Deyverson. En el carril derecho tiene sus opciones Tavares, que no pudo estrenarse en el Nuevo Zorrilla por molestias musculares.
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Del rival, poco más que añadir. «Messi sigue siendo el mejor jugador del mundo y el más determinante, sobre todo por su regularidad», subraya el entrenador alavesista. Pero la amenaza catalana no se reduce a la magia del argentino. «En un partido, con las estrellas que tiene, puede aparecer Pedri, Ansu, Griezmann... Y Dembélé, que parece que no está y hace cosas que no son normales». Son las puntas de lanza de un Barcelona que llega sin Coutinho y mermado en el eje de la zaga tras la lesión de Araujo en Turín, que se suma a la ausencia de Umtiti. Koeman se queda con Piqué y Lenglet como únicos centrales y se guarda el recurso de De Jong, que ya actuó en esa demarcación ante la Juventus tras la lesión del charrúa. El entrenador holandés desplaza a 21 futbolistas a tierras alaveses en una convocatoria sin Riqui Puig por decisión técnica.
La «única baja segura» para el partido de esta tarde es la de Pere Pons, que sufre una fractura en un pie y todavía tiene por delante unas cinco semanas de recuperación. Pero hay más condicionantes físicos. Rodrigo Ely, que se perdió el partido de Valladolid por molestias musculares, se reincorporó al grupo a mediados de semana. Y Pablo Machín está pendiente del estado físico de Lucas Pérez, con un golpe en el tobillo, y Edgar Méndez, con sobrecarga en un gemelo. Los dos participaron en la sesión de ayer, pero fue muy suave y no se pueden extraer conclusiones al respecto. Decidirá la última, la de esta misma mañana. «Creemos que podrá evolucionar bien», dijo el técnico sobre el delantero.
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