Deportivo Alavés

El Alavés alega que no puede intervenir fuera de Mendizorroza para evitar las multas

El colectivo se encuentra desde 2022 en un amplio listado de grupos considerados «radicales y violentos». Misma relación en la que figuran otros como Indar Gorri (Osasuna) o Herri Norte (Athletic). Entre otras cuestiones, tienen prohibido recibir apoyo por parte de los clubes, si bien las entidades no pueden impedir su entrada en los recintos deportivos salvo que exista prohibición concreta y explícita.

Así, en los estadios no pueden figurar ni sus nombres ni sus símbolos, que es lo que a juicio de Antiviolencia sucede en Mendizorroza. Se trata de una situación compleja cuya resolución atañe a varias partes pero cuya relevancia ha crecido de forma notable desde que hace unos meses Antiviolencia comenzase a poner el foco en este tipo de situaciones.

Las propuestas de sanción, si bien las eleva la Comisión Antiviolencia, en el caso del Alavés y el resto de clubes vascos se tramitan a través del departamento de Juegos y Espectáculos del Gobierno vasco. La entidad albiazul trabaja en sus alegaciones a cada una de las propuestas de sanción, pero también muestra preocupación por un problema cuyos efectos, además de económicos, también repercuten en su imagen. Sin embargo, la solución es bastante enrevesada.

El Alavés recalca que ya ha hecho su parte para impedir futuras sanciones. Es decir, retirar toda la simbología presente dentro de los muros del estadio. Algo en cualquier caso complejo dado que en cada partido cualquier aficionado puede, por ejemplo, pegar una pegatina que haga referencia a Iraultza 1921 en la grada. Pero el club también advierte sobre una derivada dependiente del convenio de uso suscrito entre el Alavés y el Ayuntamiento de Vitoria y que fue extendido hasta 2029 hace escasas fechas. Según se apunta desde la entidad, cualquier actuación que se deba realizar en el exterior del campo compete a su propietario, el Consistorio. Ese es el caso de los murales sobre los que ha posado sus miradas Antiviolencia.

Estas pinturas cubren buena parte del perímetro exterior de Mendizorroza: ambos fondos y la Tribuna Preferente. Fueron realizadas en octubre de 2014 para conmemorar el 90 aniversario del estadio y formaron parte de un amplio grupo de actividades organizadas por Iraultza 1921 y que contaron con el apoyo tanto del club como del Ayuntamiento. Los murales recogen diversas escenas y personajes históricos de la historia del club: desde el mítica pareja Ciriaco-Quincoces, Donato y su marcador, el Alavés que disputó la final de la Copa de la UEFA de 2001 o lemas contra el racismo. Las pinturas se han ido ampliando con el paso de los años para destacar al fallecido alpinista Alberto Zerain o a las Gloriosas.

Sin embargo, el hecho de que cuenten con la firma de Iraultza 1921 -miembros del grupo colaboraron con otros colectivos en su elaboración- ha sido clave para que Antiviolencia las censure. Lo ha hecho ahora, cuando ha pasado una década desde su confección y dos años desde la inclusión de Iraultza en el listado. Una situación tan confusa como problemática y que obliga a todas las partes a encontrar una solución para taponar una boquete que no deja de crecer.