Aunque el resultado fue «engañoso» –por el abultado marcador, no por la derrota–, Luis García reconoce que el partido que el Deportivo Alavés hizo en Burgos fue «muy justito». Pero «en fútbol hay que pasar página ganes o pierdas». Más si cabe, cuando te esperan ... dos partidos en cuatro días. Semana propicia para las rotaciones, empezando por el duelo en Mendizorroza ante el Albacete (miércoles, 18.30 horas). «No me gusta la palabra revolución», apunta Luis García, pero anuncia «unos cinco cambios» en el once.
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Uno es obligado, en el lateral derecho, por la baja de Nahuel Tenaglia, que, aquejado de un golpe, es también duda para el encuentro del sábado en Andorra. Entrará Anderson Arroyo, que no juega desde que en la cuarta jornada estuviera poco atinado en el gol de Las Palmas. La otra cara de la moneda es Rubén Duarte, que, pese a la contusión en la cadera sufrida en El Plantío, está en la convocatoria. «No ha entrenado, pero no pasa nada, está con ritmo», argumenta el entrenador albiazul.
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Es una de las dudas, el almeriense o Javi López en el lateral izquierdo. O la elección de la pareja de centrales, una vez recuperado Sedlar. Más allá de los condicionantes físicos en los carriles, «van a entrar algunos» jugadores que vienen siendo suplentes. Turno para los Toni Moya, Róber González o Taichi Hara, las alternativas más recurrentes desde el banquillo. «Me tienen que demostrar que somos un equipo en el que cualquiera puede jugar, que están metidos. Habrá cambios porque creo que tiene que ser así, tienen que sentirse útiles y tengo plena confianza en ellos», asegura el técnico el técnico madrileño, que desvincula cualquier resultado de las esperadas rotaciones. «El otro día en Burgos jugaron los titulares, ¿no? Pues 0-3».
Enfrente, una de las revelaciones de la Liga, un recién ascendido que marcha en séptima posición, a solo tres puntos del Alavés, y que es el mejor equipo visitante de Segunda junto al Cartagena, con tres victorias en cuatro desplazamientos. «Cuando está arriba es por algo, en fútbol nadie te regala nada. Un equipo muy alegre, intenso, con una transición muy buena, corre muy bien con espacios cuando te roba», analiza Luis García.
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Le preocupa más lo suyo. «Nosotros, a mejorar y a corregir las cosas que hayamos hecho mal». Mantener la portería a cero, por ejemplo, algo que solo ha conseguido una vez en nueve jornadas. «Me preocupa, quiero encajar menos, pero lo que importa son los puntos y en eso el equipo está muy bien», reflexiona el técnico albiazul. A su juicio, los rivales no les están generando tanto como para llevar esas cifras. Pero la Segunda División tiene estas cosas. «Parece un tópico, pero por mi experiencia es la categoría más igualada en mucho tiempo, por diferencia».
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