El Alavés abre 2025 con Garcés, sin Sivera y varios asuntos pendientes

El nuevo año les deparó un calendario exigente y decisivo (Real Sociedad, Sevilla, Cádiz y Almería) que resultó definitivo. Sumaron 10 puntos de 12 que les permitieron asentarse en la mitad de la tabla, disparando la distancia sobre el descenso en 10 unidades. La cuesta de enero se volvió rampa para un bloque que alcanzó la décima plaza en el final del curso pasado luciendo perlas (Samu, Giuliano, Marín, Javi López...) y que arrancó el presente con la misma inercia (10 puntos en seis jornadas) a pesar de los múltiples cambios y fichajes. Sin embargo, todo se torció en otoño.

En un busca de un «impulso» para «no poner en peligro el proyecto deportivo del club», según Sergio Fernández, el Alavés despidió a Luis García y fichó a Eduardo Coudet. «Los cuatro puntos de 27 son contundentes», afirmó el director deportivo. Un «shock» en el vestuario, tal y como confesó el capitán Antonio Sivera, que vino acompañado de la eliminación copera ante la Minera de Segunda RFEF. Todo en la misma semana.

Desde entonces, el Alavés ha buscado un triunfo esquivo desde el 1 de noviembre (1-0 ante el Mallorca). Han pasado desde entonces seis jornadas (tres con García y tres con Coudet) en las que no encuentran el camino de la victoria. Sin embargo, desde la llegada del Chacho, tampoco han perdido. «Puede ser un buen punto de partida», repite el argentino. Sus tres igualadas consecutivas (Osasuna (2-2), Athletic (1-1) y Valencia (2-2) con Coudet han permitido a los albiazules situarse dos puntos por encima del descenso, aunque no consiguen despegarse de la zona roja.

El cambio en el banquillo no ha traído el ansiado triunfo. Sólo lo han saboreado una vez en los últimos 12 encuentros y llevan cuatro empates seguidos. Un 'empacho' de igualadas que querrán aligerar en el reinicio de LaLiga. El 11 de enero, frente al Girona en Mendizorroza, el Chacho tendrá una nueva oportunidad de estrenar su casillero de victorias. Entonces, ya habrá pasado más de un mes de trabajo con el argentino en busca de «encontrar los automatismos y los movimientos» para asentar una idea de juego en la que el Alavés sea «protagonista» y «pueda imponerse desde la posesión y la presión» con una «intensidad innegociable».

Un estilo del que se han visto trazos y algunos cambios de piezas. Jordán se ha asentado en la medular y Diarra en el lateral izquierdo. Sin embargo, el Alavés continúa estando más cómodo corriendo que construyendo. Y sus problemas defensivos se han cronificado. Sólo han dejado tres veces su portería a cero en toda la campaña y han encajado 30 goles en 18 jornadas. Son el segundo equipo de Primera que más tantos recibe tras el Valladolid (37). Y encima han perdido a Sivera por lesión.

La rotura en el dedo índice de la mano izquierda que sufrió el capitán en Mestalla y por la que fue operado le tendrá «entre seis y ocho semanas de baja». Se perderá, mínimo, cuatro partidos (Girona, Betis, Celta y Barcelona) que podrían subir a siete (Getafe, Leganés y Espanyol). El Alavés se queda sin su guardián, sin el 'Santo' que no le dejó caerse en las últimas dos temporadas camino del ascenso (2023) y de la permanencia (2024).

Descartado fichar un guardameta, ha llegado el turno de Jesús Owono. El ecuatoguineano, a la sombra de Sivera desde hace tres cursos, tendrá, por fin, su oportunidad de defender con regularidad la meta de un equipo con varias incógnitas. Ya en enero, Abqar, Kike García y Sedlar han entrado en los últimos seis meses de sus contratos. Los tres pueden firmar por cualquier equipo para llegar libres el próximo verano. Y más allá del central serbio, con poco protagonismo tras recuperarse de sus problemas físicos, los otros dos son futbolistas fundamentales.

Kike García está viviendo su segunda juventud y suma cuatro goles en cuatro partidos con Coudet. Es la referencia albiazul en ataque como Abqar en defensa. La renovación del central marroquí fue el culebrón alavesista en 2024 y lo sigue siendo en 2025. En otoño, ambas partes acercaron posturas. Pero el acuerdo sigue sin sellarse. Y el tiempo corre en contra de los vitorianos para ampliar el contrato del marroquí.

El calendario sí que ha corrido a favor de un Facundo Garcés que ya es futbolista albiazul de pleno derecho. Sellado su fichaje en agosto para enero, el central argentino, que lleva más de un año sin competir, se ha desvinculado definitivamente de Colón para sumarse al Alavés. Con contrato hasta 2028, Garcés ya es uno más en Ibaia. Ahora, tendrá que acelerar los plazos y aclimatarse física y futbolísticamente a LaLiga para estar disponible cuanto antes para Coudet.

El central argentino es la primera cara nueva de un zoco invernal que el Alavés no perderá de vista. «Tenemos 23 fichas, más Garcés 24, pero siempre estamos en el mercado. Si hay oportunidades, las aprovecharemos», confesó el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz en la Junta General. Además, la banda izquierda, tanto en defensa como en ataque, ha estado llena de incertidumbre durante todo el curso y varios futbolistas (Luka Romero o Villalibre) no han tenido gran protagonismo hasta la fecha.

En este escenario, enero se abre con retos, asuntos pendientes y largos días de entrenamientos en Ibaia para afianzar a un bloque «en periodo de adaptación». «Con el tiempo, el equipo va a mejorar todavía más. Estoy seguro de que vamos a hacer una muy buena segunda vuelta porque tenemos mimbres para ello», pronosticó Fernández de Trocóniz. El curso pasado, tras el parón, el Alavés sumo 30 puntos en 20 jornadas dejando atrás sus fantasmas. Todo un subidón que quieren repetir en 2025. Se han cansado de dar un viaje tras otro en su montaña rusa.