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Mikel Uriarte y Gabriel Cuesta
Domingo, 21 de marzo 2021
Parece difícil que Lucas Pérez vuelva a vestir la camiseta del Alavés. Al menos, esta temporada. El delantero gallego, uno de los jugadores de mayor peso en el vestuario albiazul, ha sido fulminado por Abelardo. Lo anticipó su ausencia en la convocatoria ayer del ... Wanda Metropolitano y lo confirmó abiertamente el 'Pitu' con un duro varapalo contra el jugador tras la derrota por la mínima ante el Atlético. «Mi foco está en mis jugadores. En el Alavés mi idea es el valor, el coraje, el compromiso y darlo todo por este club; y quien no quiera hacerlo no merece entrar en este equipo», zanjó el técnico. También advirtió con un tono serio que no volverá a hablar nunca más de la situación de Lucas.
La relación entre el 'Pitu' y Lucas se ha ido erosionando con el paso de las jornadas. El distanciamiento parece insalvable y el Alavés deberá afrontar la agónica lucha por evitar el descenso sin uno de sus pilares de la pasada campaña. El papel del delantero gallego fue clave para la salvación ese curso. Prácticamente titular en la inmensa mayoría de encuentros (disputó 34 partidos, en los que fue en 29 titular), fue el máximo goleador del equipo junto a Joselu, con once tantos cada uno. Atravesó una brillante racha de siete partidos consecutivos marcando que le hizo coquetear, incluso, con el Pichichi. A pesar de que esta campaña comenzó como titular, poco a poco su protagonismo se ha ido desvaneciendo. Sobre todo, desde el regreso de Abelardo, hasta que ayer el propio técnico anunció la ruptura total.
El rendimiento de Lucas en su segunda temporada en el Alavés ha experimentado un bajón notable. Suma 20 participaciones en Liga, 13 de ellas como titular, en las 28 jornadas disputadas. El mayor indicador de este bajón es su casillero de goles, significativamente mermado. Tan solo lleva cuatro. Y tres de ellos, de penalti. Joselu, titular indiscutible y su pareja inseparable el pasado curso, se ha quedado solo a la hora de liderar las ofensivas albiazules. Por suerte, él sí mantiene su protagonismo y se ha apuntado siete dianas esta campaña, una estadística muy similar a la del año pasado.
El conflicto en el vestuario del Alavés pone en una tesitura complicada a la dirección deportiva. Sobre todo, si el compromiso con Abelardo finalmente va más allá de final de temporada, ya que al delantero gallego aún le queda otro año de contrato de los tres que firmó. El fichaje de Lucas Pérez en verano de 2019, cuando llegó procedente del West Ham inglés, fue una de las grandes apuestas de Sergio Fernández para consolidar al club albiazul en Primera con un delantero de garantías y con una dilatada experiencia en la Liga y la Premier. Los acontecimientos ahora agrietan una de las bases del proyecto, que en septiembre cumplirá 33 años. El año pasado también se rumoreó la salida del gallego rumbo al Barcelona para sustituir al lesionado Suárez, pero los blaugranas se decantaron por Braithwaite.
Volviendo al encuentro del Wanda, Abelardo se mostró triste por el resultado, pero orgulloso por la imagen. El Alavés tuvo la opción de haber sumado un punto ante el líder. «Me quedo con el gran partido que ha hecho mi equipo. Me muestro muy orgulloso con su rendimiento. Han entrado jugadores que no estaban entrando en anteriores alineaciones y han estado de diez. Ha sido una pena porque hemos hecho un gran partido contra el líder. Creo que hemos hecho un fabuloso encuentro y no hemos tenido fortuna en esa acción del penalti. Hemos merecido más en cuanto al resultado», razonó el técnico asturiano.
Conforme con lo que vio de los suyos en el Wanda, trató de levantar el ánimo de su grupo teniendo en cuenta que todavía hay puntos y margen de sobra para salir del descenso. «Creo que los tres últimos partidos el equipo ha competido bien. E incluiría el de Osasuna. El bagaje de puntos ha sido muy escaso e inmerecido. Les he dicho a los jugadores, que estaban hechos polvo por ese final y el penalti, que si estamos así lo vamos a sacar. El compromiso que están ofreciendo es de diez, a pesar de las cosas inciertas que se están comentando. No puedo sino felicitarles por el partido, aunque sea ilógico por el resultado que hemos cosechado. Si veo que se vacían me voy satisfecho. Lo han dado todo en el campo.
Obligado por las ausencias de Manu y Pina tuvo que alinear a Jota y dar entrada en la segunda parta a Abdallahi. Recursos que no sirvieron para sumar, aunque sí para pensar que el Alavés tiene variantes. «El equipo está muy vivo, sin duda. Los que entran se lo ganan entrenando, no regalo nada a nadie. Intento hacer lo mejor para el Alavés y trato de escoger bien. Han demostrado que son grandes profesionales y defienden esta camiseta con orgullo. Me da una esperanza terrible de cara al futuro», argumentó el técnico asturiano.
En ese sentido fue más allá y se mostró rotundo respecto a las posibilidades de lograr la permanencia. «Me conocéis un poco y en mi anterior etapa dije que no quería seguir porque no me veía con fuerzas para continuar. Si ahora no viera eso sería el primero en tirar la toalla. Estoy más convencido que nunca. El ambiente es bueno, porque es la realidad y si no fuera así no hubiésemos jugado así ante el Atlético. Este equipo viéndolo entrenar me transmite eso y este es el camino. Peor hubiese sido que las sensaciones fueran horribles, pero no me transmiten eso», concluyó el entrenador albiazul.
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