¿Por qué tantos hombres lucen bolsos de mujer?

Pero, como todos, tiene sus secretos. Y los suyos son confesables. Que su padre, un reputadísimo fotógrafo de moda, le incluyera de niño, siendo casi un bebé, en sus reportajes es pecata minuta comparado con lo que este chico está haciendo en favor de la moda unisex y la igualdad de género. Ahí donde le ven luce carísimas sortijas de diamantes engarzadas de figuras de animales. Le fascinan las joyas vintage de ranas y sapos. Te las imaginarías en los dedos de cualquier 'celebritie' e incluso en las de tu abuela. Pero no acaba aquí la cosa.

¿Le imaginan robándole el bolso a su novia? Pues también. En una entrevista televisiva que le hizo la directora creativa de moda de 'Vogue', Grace Coddinngton, apareció con un modelo de mujer de Prada repleto de tachuelas. «Algunos me dicen 'pero qué haces'. '¿Por qué? ¿Es de tu novia? ¿Puedo hacerte una foto? ¡Qué gracioso, llevas el bolso de tu chica!'», explicaba en la interviú. Estos comentarios le resbalan a Ansel, aunque no los echa en saco roto. Su carrera va como un tiro y, a veces, reconoce que debería controlar sus arriesgados estilismos. «Es duro porque ahora hay más en juego. Mi caché y éxito profesional... Me da miedo no tener...», desliza sin llegar a concretar la razón de sus temores, aunque son imaginables.

Ansel, que confiesa que en el instituto le consideraban un poco tontorrón y le acosaban por bobo, tampoco quiere pasarse de frenada con sus estilismos, que en absoluto le amaneran ni restan virilidad. Tampoco va buscando (más) fama. Sin más, le gustan los bolsos de mujer. Punto. E insistimos, no es el único.

Harry Connick Jr., cantante, actor y pianista, pasó un buen día por un photocall y cogió el bolso de Anna Wintour. Completó su look con unas lujosas gafas de Chanel. Arturo Valls, el humorista, actor y presentador, tampoco tiene complejos a la hora de ir a la playa con un cesto de paja. Es evidente que de la mariconera al estampado floral, los bolsos 'de mujer' son ya cosa de hombres. A esta tendencia se apuntan también artistas como Hugh Jackman, Ashton Kutcher, ex de Demi Moore y actual marido de Mila Kunis, Zac Efron, Robert Downey Jr., Dustin Hoffman...

Que esta moda haya arraigado con la fuerza que lo ha hecho no sería posible sin el apoyo de una industria que ve en los complementos y perfumes una brutal fuente de ingresos. Sin ir más lejos, la pasarela masculina de Milán, la más influyente del mundo, ha alentado en sus colecciones accesorios asociados tradicionalmente al universo femenino. Y grandes marcas del lujo, especializadas en el universo masculino como Fendi, Ermenegildo Zegna o Salvatore Ferragamo, proyectan en sus colecciones del invierno de 2021 al bolso como complemento estrella. Pero no en forma de mochila, cartera o riñonera, sino con diseños que tradicionalmente se han venido asociando a los armarios de las mujeres.

No solo por su forma (algunos de asa corta o con vistosas hebillas o estampados), sino también por la forma de llevarlos. En su desfile 'Masculino plural', Allesandro Michelle, director creativo de Gucci, aparcó, por ejemplo, los «estereotipos tóxicos que moldean la identidad masculina» con bolsos de estampado 'Liberty', tejidos florales creadores por los conocidos grandes almacenes de Londres. Los expertos sostienen que los conceptos de «masculinidad» y «bolso» llevan camino de ser antagónicos. Y añaden que en España a un «bolso de mano para hombres se le sigue llamando mariconera», término recogido en el diccionario de la RAE.

Pero gente como Ansel Elgort se siente feliz en los platós televisivos y en la calle con bolsos de lentejuelas. Con o sin su novia al lado. Para felicidad de una industria que ve el futuro sin diferencias de sexo.