Sarah Loinaz, la vasca que ha enamorado en Cannes

La modelo donostiarra Sarah Loinaz ha vuelto a coronarse, pero esta vez como una de las invitadas más destacadas de la alfombra roja de la 76 edición del Festival de Cannes. Espectacular en sus dos apariciones, la que fuera Miss Universo España en 2021 ha dado varias lecciones de estilo con un vestido azul cielo y otro 'navy' con pedrería en mangas y cuello. No es fácil destacar en semejante hervidero de tendencias y elegancia, pero la cita cinéfila por excelencia de la Costa Azul francesa ha caído rendida ante ella. «Ha sido una edición muy especial porque la segunda aparición en la 'red carpet' la hice de la mano de Chopar y Andrés Acosta. La primera es una firma internacional de súper lujo y este segundo, no sólo es un diseñador fantástico; es uno de mis mejores amigos», reconoce Sarah Loinaz. «Este año he apostado por diferentes azules en prendas y complementos haciendo un guiño a mis orígenes árabes».

Aunque no es oro todo lo que reluce y el esfuerzo físico y mental que supone un evento de esta magnitud es indescriptible, la guipuzcoana está más que satisfecha con la experiencia atesorada. «Son días muy ajetreados porque surgen infinidad de imprevistos. Tanto es así que de repente te puedes quedar sin vestido porque no ha llegado a tiempo, y nos vemos obligados a correr a otro 'showroom' para estar a la altura. Dicho lo cual, no sé cómo, pero todo sale», añade la modelo. «Un día en el Festival de Cannes puede llegar a ser surrealista, por lo menos para una persona como yo. Aquí se reúnen todos los profesionales que como modelo he admirado desde que tengo uso de razón. El otro día, por ejemplo, pasó Naomi Campbell a mi lado y no me lo podía creer. O, de repente, terminé acudiendo a la alfombra roja con Petra Nemcova en el coche de Chopar», subraya.

Sin duda alguna, tras la 'red carpet' de los Premios Óscar, probablemente la de Cannes sea la más mediática del circuito. Por encima incluso del Festival de Venecia. Es indescriptible e inasumible para cualquier otro evento la cantidad de estrellas que aglutina por metro cuadrado, en una cita que está medida al milímetro. «Esta alfombra roja es extremadamente estresante porque te expones muchísimo y una como mujer tiene sus inseguridades. Al final soy consciente de que es imposible salir bien ante todos los objetivos cuando tenemos fotógrafos 24/7 en las puertas de los hoteles, en la 'red carpet', en los 'photocalls'...», confiesa Loinaz.

«En cuanto a la preparación para los diferentes actos, tengo la suerte de contar con Dior Beauty. Son ellos los que se encargan de preparar mi piel, maquillarme, peinarme... Estos días me he alojado en el Hôtel Martinez que es, por cierto, donde se aloja parte del 'star system'. El procedimiento es el siguiente: Bajamos al 'lobby' donde se encuentran todas las celebridades esperando en una fila. Sí, parece la fila del colegio, pero no lo es. De repente te puedes encontrar a una súper actriz a tu lado. Es el momento más surrealista del Festival. Nos recogen los coches oficiales, nos llevan a la alfombra roja y una vez que estamos en la 'red carpet', tenemos tres minutos de reloj en los que toca darlo todo porque te juegas días, semanas, meses de dura preparación y trabajo. Es alucinante», reconoce Sarah.

La trayectoria de esta modelo internacional está vinculada a Donostia y al San Sebastián Moda Festival. Es ahí donde debutó hace diez años. «Todo comenzó en mi ciudad. De hecho ahí nos conocimos tú y yo cuando apenas tenía 13-14 años. En aquel momento pertenecía a la agencia First Models. Con 18 años decidí mudarme a Madrid, después llegó Milán... Tuve que trabajar duro, fue complicado, pero nunca desistí. El verdadero punto de inflexión llegó cuando gané Miss Universo España. Fue un antes y un después brutal», recuerda con satisfacción.

Ampliar

Tras triunfar en Cannes, espera seguir creciendo. No teme a nada ni a nadie. El mundo está lleno de oportunidades. «Me he mudado a Dubái y acabo de hacer mi primer Vogue Arabia. Estoy abriéndome hueco en un nuevo mercado y me siento realmente feliz por todos estos pequeños logros», concluye.