De su piso en Madrid al chalet para desconectar: así son las casas de Tania Llasera

Su piso de Madrid es moderno, luminoso y muy original. El salón, con grandes ventanales, está presidido por dos sofás en gris. Esta estancia refleja su pasión por el color y los muebles con un significado especial. Destaca el sillón Lounge Chair, diseñado por Charles y Ray Eames en 1956. Y con gran valor sentimental, ya que perteneció a su abuelo. La mesa de centro fue un regalo de su amiga Mayra del Pilar. «La compró hace años en un anticuario. Casualmente, yo como regalo de bodas les regalé otra mesa azul para su salón. Debe de ser que tenemos algo con las mesas». La televisión la ha colocado colgada de la pared y debajo ha optado por un mueble a medida que hace de estante y asiento.

En la zona del comedor hay varios elementos decorativos que llaman la atención por sus colores vivos, como el radiador negro o la consola en rojo que contrasta con la base blanca de la pared. También destaca la lámpara colgante amarilla.

A Tania Llasera le encanta cocinar. De hecho, escribió el libro 'La vida a mordiscos', con recetas «para rebeldes que no siguen recetas». Disfruta de su pasión en una cocina abierta con muebles blancos y encimera negra. El frente de espejo proporciona sensación de espacio y multiplica la luz.

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Desde esta otra perspectiva de la cocina, se puede observar su zona de despensa, donde también guarda pequeños electrodomésticos y libros de recetas.

En la habitación de la comunicadora destaca un gran cuadro que hace de cabecero. Por debajo, hay una repisa a medida que recorre la pared a lo ancho y sirve de mesilla. Queda iluminada por luz indirecta mediante un foseado y dos originales lámparas suspendidas. La mejor parte se la llevan los armarios, decorados con coloristas dibujos de sus hijos, que destacan sobre sus frentes blancos sin tirador.

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Una de las estancias más divertidas de la casa es el dormitorio de sus hijos, donde ha creado un mundo de fantasía. Destacan las camas de madera con forma de casa de la firma de mobiliario infantil Picarazán. «Este es el cuarto de mis sueños infantiles, solo le falta un tobogán desde otra planta», asegura Tania. En la pared han creado «el mural del amor» con fotografías de sus familiares. «Como mi marido es de Barcelona y yo de Bilbao, mis hijos no ven tanto como quisiéramos a las familias y tener fotos en sus camas nos ayuda a estar más cerca emocionalmente», explica. La creatividad se extiende a los armarios blancos de Ikea, que están decorados con dibujos de Pepe y Lucía.

Para el baño, se ha decantado por el color blanco, que es el tono indiscutible para lograr sensación de amplitud. El mueble de lavabo incluye bastante espacio de almacenamiento. El espejo también es un gran aliado de los espacios estrechos y recogidos porque hace que parezcan más grandes. Tania se ha decantado por un suelo continuo y una bañera semiencastrada. Su iluminación perimetral y su puerta corredera integrada en el tabique también proporcionan mayor sensación de espacio.

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Tania Llasera confesó en Instagram que se «agobió muchísimo» durante el confinamiento en su piso de Madrid con su marido y sus dos hijos. «Soy una persona que sabe lo que es la agorafobia, pero también sufre claustrofobia. Quizás por eso o porque ya me llega una edad y a mis hijos otra fase infantil, donde ya no son bebés, o por todo ello junto... ¡nos hemos comprado una casa en el campo!», comunicó a sus seguidores. Una amiga suya vendía este chalet de dos plantas, con jardín y un amplio porche, y no dudó en adquirirlo para «descansar y desconectar» los fines de semana. «También para redondear la educación de mis hijos, para que jueguen fuera con saltamontes y salgan de la ciudad», explicó sobre su segunda vivienda, en la que no hay televisión.

Tania ha bautizado su hogar campestre como 'Camptania': «Me siento una privilegiada y una sortuda. Es un sueño hecho realidad». Aunque la vivienda «ya era preciosa tal cual», la bilbaína la está «reformando por etapas» junto al estudio de arquitectura Nimú. Después de cambiar ventanas y poner calefacción, ha ido dando varios giros decorativos para adaptar esta acogedora casa llena de color a su gusto y necesidades.

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Destaca el espacioso salón, diáfano y con el techo a dos alturas. El color azul protagonizaba esta estancia gracias a una original cómoda en este tono que pertenecía a la anterior propietaria. También era azul la barandilla de las escaleras, pero Tania la ha pintado de blanco. La zona de la chimenea la ha revestido con azulejos en vertical en color mostaza. «Muy años 70, que es lo que me gusta», asegura. Y ha añadido un banco de obra para disfrutar del calor y las vistas. También se ha decantado por un gran sofá esquinero en color claro, que ha adornado con complementos textiles en tonos anaranjados, teja y mostaza. Además, ha incluido elementos de fibras naturales, como la lámpara que cuelga del techo, la cesta para guardar las mantas o la gran alfombra que cubre buena parte de la estancia. Al lado, encontramos un pequeño baño reformado con el blanco como protagonista y una habitación para invitados.

Para Tania, la cocina representa «el centro del hogar». La de su nueva casa es blanca y no tiene armarios arriba, solo abajo. Destaca una gran balda para «arte casero». «Será un lienzo en blanco para no cansarnos, y confío en nuestras cosas para añadir el color de la vida», explica. También ha optado por una isla en color caldera, que incluye un espacio de desayuno con taburetes altos para compartir momentos en familia.

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Frente a la cocina, hay una zona de comedor con una mesa de madera con bancos a ambos lados. Está colocada junto a una ventana e iluminada de manera artificial con dos lámparas de cristal rojo que cuelgan desde el techo. Un espacio acogedor y práctico.

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El taller es uno de los lugares más especiales de 'Camptania'. Antes era un trastero y originariamente un garaje, pero Tania quería instalar un taller de manualidades para que ella y sus hijos pudiesen dar rienda suelta a su creatividad. «Es mi sueño hecho realidad, ya que nunca pensé poder tener un rincón para crear mis ideas», cuenta. Para este espacio, ha optado por reutilizar piezas. Las estanterías son las antiguas pintadas y el mueble, ahora blanco, antes era azul y estaba en el salón. «Hemos cambiado el suelo, la ventana y la puerta de acceso en color verde menta», explica. En esta estancia también ha colocado dos sofás cama «por si alguien quiere quedarse a dormir» y un pequeño baño.

Tania también va a hacer cambios en la zona exterior, donde instalará una piscina. Y, sobre todo, quiere reformar el piso superior, que alberga su dormitorio, en el que ha construido un aseo privado; y la habitación de sus hijos. En esta planta también hay un baño y una terraza con una hamaca en la que se divierten los niños. Su idea es tirar tabiques para ampliar estancias, ya que busca hacer más grande su dormitorio y convertir una de las paredes en una gran cristalera para disfrutar de la naturaleza nada más despertarse. 'Camptania' va cogiendo forma y ha prometido un tour por su casa cuando esté lista.