Silvia Andrés
Martes, 30 de abril 2024, 11:44
«¿Por qué llevamos camisetas o sudaderas con frases en otros idiomas y con paisajes de otros países y no compartimos toda la riqueza que tenemos aquí?». Es la pregunta que en plena pandemia se hicieron Noemí y Asier, una pareja de treintañeros vizcaínos, ella ... de Bilbao y él de Durango, que no dudaron en lanzarse a la aventura y dar los primeros pasos de su marca, Atxandigaina. «Era un momento complicado, pero ya llevábamos tiempo pensando en emprender. Yo había trabajado como dependienta y estaba estudiando diseño de moda en Inedi; y Asier estaba trabajando como ingeniero en una empresa», recuerda Noemí. Se pusieron manos a las obra con el apoyo de Bilbao Ekintza y con una idea muy clara: crear ropa y accesorios con mensajes en euskera y con ilustraciones de parajes de Euskadi. «Queríamos que la gente tuviera la opción de 'exhibir' parte de nuestra cultura y de nuestros paisajes, que pudieran mostrar su orgullo del lugar donde vivimos», explica Noemí.
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Apasionados ambos por la montaña y los paisajes naturales, empezaron juntos a diseñar los estampados de camisetas, sudaderas, katilus metálicos o 'tote bags'. «Nos compaginamos muy bien a la hora de trabajar juntos. Empezamos a testar frases que nos encajaran y diseños que nos convencieran a los dos y la verdad es que no podemos estar más felices con el resultado», confiesa Noemí. Las montañas y las frases en euskera con mensajes significativos, como 'Zaindu gure herria' ('Cuida nuestro pueblo') o 'Ezina ekinez egina' ('Lo imposible se consigue con esfuerzo'), son su principal inspiración. Pero sus productos también reflejan otras señas de identidad vascas, como los números en los muros de los frontones o los remos. «Gracias a la gran acogida que ha tenido la marca, renovamos los diseños, los logos y los colores cada pocos meses, así que cada vez tenemos más variedad de productos», explica Noemí.
Atxandigaina ha ido duplicando sus ventas años tras año y, debido a la demanda de sus clientes, además de la venta 'online', ya están presentes en una decena de tiendas, ubicadas en Ermua, Hernani, Mutriku, Donosti, Amorebieta, Pamplona y Amurrio. «Al principio, no nos lo planteábamos, pero muchos clientes nos pedían tener la opción de probarse las prendas y poder verlas y tocarlas», detalla Noemí. Así que ahora, su objetivo a corto plazo es ampliar sus puntos de venta, sin olvidar su apuesta por la venta a través de su página web. «Hemos aprendido mucho sobre marketing digital e invertimos mucho en publicidad 'online', y la verdad es que esta estrategia nos ha dado muy buenos resultados. Tenemos un público muy receptivo y contamos con casi 15.000 seguidores en Instagram y las valoraciones de los clientes suman más de 4.000 en la web», celebra Noemí.
Pero el gran secreto y lo que engancha a los seguidores de Atxandigaina está muy lejos de ser una cuestión de marketing. «Los clientes premian los diseños y la calidad de nuestra marca. Son prendas 100% de algodón orgánico y son muy duraderas. Resisten muy bien los lavados y la gente nota mucho la diferencia con las prendas que ofrece actualmente la denominada moda rápida». Para Noemí y Asier la satisfacción es «enorme», cuando alguno de sus clientes les manda mensajes o fotografías confesándoles que tiene el armario entero lleno de prendas de Atxandigaina. «Además, son productos muy apropiados para regalar y por eso tenemos picos de ventas en fechas señaladas. Por ejemplo, en invierno los calcetines tuvieron mucho éxito», comenta la emprendedora bilbaína.
Otra de las señas de identidad de Atxandigaina es la apuesta por la sostenibilidad y por un consumo más consciente. «Tenemos que comprar menos y de mejor calidad y vemos que la gente está cada vez más concienciada con esta idea y sabe lo que cuesta hacer una buena prenda», cuenta Noemí. Una camiseta, por ejemplo, cuesta 29,90 euros y la mayoría de las sudaderas valen 64,90 euros. El planteamiento sostenible de la moda de la marca llega también hasta el 'packaging', que se hace con sobres biodegradables, con materiales que se pueden compostar. «Cuando hacemos los envíos de las ventas 'online', no enviamos ni etiquetas ni nada que contenga plástico. No vemos sentido a poner una etiqueta que en cuanto llega la prenda se va a tirar a la basura», detalla Noemí.
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En la actualidad, Noemí y Asier compaginan el desarrollo de Atxandigaina con sus respectivos trabajos, ella como diseñadora de moda y él como ingeniero. Confiesan que la experiencia durante estos cuatro años les ha hecho crecer no solo en ventas, sino también en otros aspectos como el diseño, la producción o la atención al cliente. «Aquel sueño que empezó como una afición, cada vez va a más y la verdad es que si las cosas siguen así, podemos plantearnos llegar a vivir de ello a corto plazo. Para nosotros, supondría una gran satisfacción conseguirlo».
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