La noche en la que Jon Kortajarena perdió su traje para los Goya

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El actor bilbaíno llegaba puntual al 'photocall' del Hotel Miramar de Málaga. La palabra 'atípica' ha resonado con fuerza durante toda noche, tildando a una gala que generaba cierta expectación por no contar con ninguno de los 166 nominados en escena. Sí que hicieron acto de presencia los presentadores de la velada, Antonio Banderas y María Casado, y el elenco de artistas encargados de anunciar a los premiados. Jon Kortajarena era uno de ellos y le atribuyeron la misión de dar a conocer la mejor película de animación, que ha ido a parar a la simpática 'Gallina Turuleca'. Por otro lado, el único Goya seguro de la noche, puesto que era el único film de su categoría que se presentaba en esta 35º edición. Aun así, el modelo reconocía a través de Instagram que le hacía «mucha ilusión».

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Kortajarena, siguió a rajatabla el protocolo más clásico para una noche de este calibre y defendió como él sabe un impecable esmoquin negro. Tan imponente estaba que a Paz Vega se le escapó un espontáneo «¡hala qué guapo!» en cuanto vio aparecer al bilbaíno, interrumpiendo por un momento la entrevista que estaba concediendo y generando en redes sociales 'hashtags' como #TodasSomosPazVega o #PazVegaNosRepresenta.

Lo que ni la sevillana ni ninguno de nosotros podíamos imaginar hasta que él lo compartió, es que ese esmoquin negro de Tom Ford no era su primera baza de la noche, sino un 'apaño' de última hora. «Tenía otro traje que debería haber llegado y nunca llegó. Este es el de repuesto», reconocía ante las cámaras pocos minutos después de pisar la alfombra roja. Si con la segunda opción consiguió que una de nuestras mejores actrices tuviera una especie de 'Síndrome de Stendhal' en directo, no podemos imaginar qué habría ocurrido con su look original, aunque bien es cierto que hemos visto a Jon con todo tipo de trajes, hechuras y colores y nunca ha conseguido pasar desapercibido ante nadie.

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Kortajarena llevó su característico tupé peinado para atrás, como uno de esos galanes de los años dorados de Hollywood, y, como único accesorio, lució un reloj al alcance de muy pocos. O más bien de nadie, porque ese 'Octo Finissimo S' de Bvlgari, presentado a principios de año en la LVMH Watch Week, no estará a la venta hasta mayo de 2021. Sin embargo, el verdadero lujo del bilbaíno es haber podido contar con la presencia de su hermana Lucíaen esta visita exprés a la ciudad malagueña. La joven, cada vez más conocida en los selectos círculos de la moda, llevó un vestido de noche en un siempre acertado negro, de manga larga y con escote pronunciado drapeado. Como complementos, un chocker y pendientes de oro y el bolso 'Kate' de Saint Laurent.

Eso sí, como en los mejores cuentos, pasada medianoche «se les acabó el glamour» y cambiaron los taconazos y la gomina por el pelo alborotado y las zapatillas de hotel, tal y como compartieron en sus redes sociales. Merecido descanso tras una larga velada.