La moda española llena el armario emocional

Del aperitivo de la intensa jornada de la colección oficial se encargó Roberto Verino. El modista presentó piezas para lo que él denomina un armario emocional. Se trata de «aquel que contiene prendas que tienen un valor y significado para nosotros porque forman parte de nuestra vida, porque las hemos comprado en un momento importante o las hemos heredado», explica Verino. Gracias a su calidad y valor transcienden los tiempos y mejoran con los años. «Armarios que hablan de nosotros».

¿Qué medidas debemos adoptar para convertir nuestro vestidor en uno de ellos? «Elegir prendas que están hechas con oficio, por manos expertas y que son más que una moda. Que nos sientan bien y que, sobre todo, al llevarlas nos sentimos nosotros mismos», desarrolla Verino, cuyas piezas fetiche son aquellas que llevó en momentos importantes de su vida y las que heredó de su padre. Por esa razón su colección para esta temporada es un homenaje a lo esencial como una forma de entender de la vida, a todo aquello que no es superfluo y que a la vez es capaz de emocionarnos, como la luz de sol. «Se construye sobre prendas atemporales en blancos, negros y grises. A veces en bloque de color otras con rayas, pero siempre sobre prendas destinadas a durar toda una vida en el armario. Esta base, se va completando a lo largo de la temporada con otras de colores suaves como los mentas, los azules cielo y los amarillos claros».

Poco después, el foco se desplazaba a Ifema, donde Andrés Sardá levantaba el telón del calendario oficial. Con su formidable primer Fashion Film, dirigido por Eugenio Recuenco y protagonizado por los actores Lali Exposito y Enric Auquer -ganador del Goya revelación 2019 y sobrino de la Núria Sardá, directora creativa de la firma- demostró que un vídeo puede gustar tanto como sus espectaculares puestas en escena, que en esta ocasión fueron sustituidas por una perfomance sobre la pasarela.