Así ha sido el look de Ana Obregón en las Campanadas 2023

Ana Obregón ha recibido el 2023 acompañada por el dúo humorístico Los Morancos. La actriz, que se ausentó el año pasado en el balcón de la Puerta del Sol por su positivo en coronavirus, ha vuelto a poner en valor la moda nacional. Y una vez más ha apostado por el blanco, un color que en algunas culturas es símbolo de luto. Lo eligió para dar la bienvenida al 2021, lo repitió hace unos días en el acto de promoción de las Campanadas y lo ha vuelto escoger para despedir el 2022, otro año difícil para ella por la muerte de su padre. «Os deseo un año lleno de infinitos momentos irrepetibles con las personas que queréis. Porque como decía mi hijo, al final, cuando acaba tu vida, es lo único que te llevas», ha escrito horas antes de presentar las uvas.

Prometió que reservaría para esta ocasión su estilismo del año pasado, pero finalmente ha preferido lucir un nuevo vestido del mismo diseñador. Entonces, el look ya levantó cierta expectación, ya que no eligió a su amigo Alejandro de Miguel para confeccionarlo, sino a Rubén Hernández, un modisto especializado en novias e invitadas. Confirma así su idilio con este creador alicantino que en esta ocasión ha ideado para ella un diseño inspirado en la década de los 50. Se trata de una sensual y sofisticada pieza, confeccionada en georgette con incrustaciones de micro paillettes nacaradas que conseguían un efecto de segunda piel en un marcado escote corazón prolongado hasta la cintura. Además, el diseño incluye la sobrecola en corte capa, realizada en el mismo tejido del vestido, que tiene como detalle unos bordados artesanales en hilo de seda y cristales de Swarovski.

La actriz ha completado el estilismo con joyas de Rabat y zapatos de vinilo y cristales de Swarovski de Magrit. En cuanto al look de belleza, ha confiado en su estilista de cabecera, Alberto Dugarte, y, como es habitual en ella, ha dejado su característica melena rubia suelta, peinada con raya al lado y ondas marcadas que aportan un aire muy glamuroso.

Ana Obregón ya adelantó que pese a estar muy bien acompañada por Los Morancos, iba a echar de menos a su «querida» Anne Igartiburu, con quien despidió el 2020, su año más complicado tras la muerte de su hijo Aless. Para sorpresa de todos y por primera vez en 17 años, la presentadora vizcaína no ha estado al frente de las Campanadas de La 1 de TVE. Y con su ausencia se ha perdido otra tradición: verla enfundada en un espectacular Caprile rojo. Eso sí, Anne ha presentado este sábado un evento musical en la localidad madrileña de Fuenlabrada, donde también ha dado las preuvas. Y por la noche, se ha comido las uvas con Ramontxu e Ibai Llanos en Twitch.

Ana Obregón ha presentado las Campanadas en cinco ocasiones. La actriz dio las uvas en 1995, 1996, 2005 y 2021 y a punto estuvo de sumar también las de 2022, pero su positivo en coronavirus se lo impidió y tuvo que ser sustituida Jacob Petrus, presentador de Aquí la Tierra, de La 1.

En enero mostró en una revista el diseño que Rubén Hernández había creado para su entrada en el 2022. El modisto alicantino confeccionó para ella un vestido de un prístino color blanco de corte sirena, vaporosa cola lateral y escote asimétrico de manga larga, rematado por un hombro joya. Este diseño incluía un emotivo bordado en su interior. «Aless en mi corazón», se podía leer junto a dos estrellas, en honor a su hijo y su madre, fallecida en 2021.

Para despedir el 2020, Ana Obregón confió en su amigo Alejandro de Miguel. Lució un diseño con un original escote barco, de manga larga y abullonada a la altura de los hombros. Tenía un drapeado en la cintura que remató con un bordado-joya y una amplia abertura lateral.

La actriz y presentadora debutó en la Nochevieja de 1994 junto a Joaquín Prat enfundada en un atrevido vestido ceñido negro de manga larga con transparencias repleto de pedrería. Lo acompañó de una capa roja para soportar el frío de Madrid. «¡Hace un viento!», llegó a exclamar durante la retransmisión.

Repitió frente al reloj de la Puerta del Sol el año siguiente y esta vez acompañada por Ramón García, que lució por primera vez la famosa capa que ha convertido en su sello personal. Ana Obregón se decantó por un despampanante modelo de silueta sirena, confeccionado en lentejuelas grises, con un vertiginoso escote asimétrico y mangas decoradas por lazos blancos. Para protegerse del frío, combinó el vestido con una estola blanca sobre el hombro.

Pasaron casi diez años hasta que volvió a presentar unas Campanadas. Regresó para dar la bienvenida al 2005 otra vez junto a Ramontxu. La actriz y presentadora impresionó a la audiencia con un diseño lencero de tirantes finos con parte superior a modo de corsé y bordados laterales en tonalidad azul celeste, un diseño nada habitual (fuera de las pasarelas) por aquel entonces.

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