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Janire Azkueta es uno de los rostros bonitos de la industria de la moda. Destacan su tez pálida, ojos verdes, cabello rojizo y unos gruesos labios que no duda en pintar de rojo intenso para acentuar su radiante sonrisa. «Es la parte que más me ... gusta de mi cuerpo», reconoce con timidez. Su silueta también deja sin palabras con unas curvas y medidas de infarto. Nada más y nada menos que 118-90-135. A sus 30, esta modelo de tallas grandes se ha labrado una brillante trayectoria profesional, protagonizando numerosas campañas para importantes firmas de moda nacionales, como Zara y El Corte Inglés. Además, sus trabajos han rebasado nuestras fronteras. Y, por si cabe duda, también pisa fuerte sobre la pasarela. Desfila con verdadero desparpajo y lo hace hasta en ropa interior. Sin tapujos y sin complejos. Porque hace tiempo que esta belleza se dispuso a romper los ideales femeninos establecidos.
Para esta joven no todo fue fácil en la esfera de la moda. Hoy, constituye un claro ejemplo de superación y adaptación. Comenzó a hacer sus primeros pinitos como modelo convencional cuando apenas tenía 13 años. «Era algo que me llenaba y me hacía realmente feliz», declara. No obstante, una enfermedad hormonal en la adolescencia hizo que su cuerpo se transformara. «Cogí mucho peso, así que tuve que pasarme a las tallas grandes. Fue una etapa complicada, siempre había sido una chica delgadita y mis esfuerzos por guardar las medidas pasaron a otro nivel. Además, estaba totalmente desmotivada y no quería saber nada de la moda», recuerda. En un momento de desesperación por verla feliz, sus padres la animaron a participar en un certamen de belleza de tallas grandes. «Al principio me negué en rotundo, eran un tema tabú del que nadie me había hablado antes y... ¿quién iba a fijarse en mí?», cuestiona. Finalmente cedió, se presentó al casting y, para su sorpresa, la seleccionaron. Todavía desliza una media sonrisa cuando evoca ese día. Y así recuperó la confianza en sí misma.
Su primer trabajo como modelo 'curvy' fue una verdadera prueba de fuego. «Estaba hecha un manojo de nervios, empecé a sentir lo que eran los complejos de verdad. Pensaba que se reirían de mí y me echarían del estudio», cuenta. Incluso recuerda cómo vivió momentos de angustia encerrada en el baño minutos antes de comenzar con la sesión fotográfica. «Me veía mal con todo. Me miré al espejo de arriba a abajo y me di asco. No es nada fácil aceptarse cuando pasas por un trauma. Me sentía agradecida por volver a trabajar como modelo, aunque los fantasmas y miedos se apoderaron de mí», reconoce. Finalmente, sacó valor, respiró profundo y se secó las lágrimas. Se plantó frente a las cámaras y volvió a brillar. «Me esforcé al máximo y me sentí plena. Me percaté de que los complejos siempre iban a estar ahí, pesara lo que pesara. Solo tenía que aprender a controlarlos, y así lo hice», expresa.
Para trabajar como modelo en el universo de tallas grandes no basta con tener curvas. También hay que cumplir unas medidas establecidas. «En España todo va por tallas, si usas desde una 40 hasta la 44 eres 'curvy'; de la 44 en adelante se te considera 'Plus Size'. Sin embargo, en Europa y en países internacionales, pueden catalogarte como tallas grandes teniendo una talla 38 de pantalón», explica. Asimismo, considera que las modelos 'curvy' no están suficientemente valoradas en la industria. «Estamos igual de preparadas que las modelos convencionales. Y por supuesto, debemos tener buen material, trabajar con profesionales y conseguir una buena agencia que nos respalde y represente», menciona. A ella la descubrió la agencia bilbaína Sf40 hace cinco años. «Lo mejor que tiene Janire es la seguridad en sí misma, algo que se transmite en las fotos. Una cualidad que considero igual de importante e incluso más que la belleza. Además, es fotogénica, muy dulce y está siempre contenta. Mantenemos contacto con una agencia de Suiza para que la represente, es una de las mejores de Europa y le abriría muchas puertas a nivel internacional», afirma Andrea Donati, director de SF40. Aun así, Janire reconoce que sus medidas le han impedido trabajar todo lo que le hubiera gustado. «La agencia que te sugiere que debes perder peso para trabajar como modelo directamente no quiere contar contigo», zanja.
Además, Janire desmiente la creencia de que las modelos 'curvy' no cuidan su figura. Su estilo de vida es saludable, sigue una dieta equilibrada y practica mucho deporte. «Aunque viendo mi exterior pueda parecer mentira, tengo mi propio entrenador personal. Voy al gimnasio 5-6 veces a la semana», cuenta. Al igual que vigila su hidratación y descanso.
Esta modelo bilbaína, aparte de protagonizar una larga lista de campañas de moda, lleva tres años centrada en su propia firma, que saldrá a la luz pronto. «En realidad es una colección de camisetas exclusivas para todo tipo de cuerpos», adelanta. Planea trabajar duro, hasta que cumpla uno de sus sueños: protagonizar el codiciado calendario Pirelli, como la artista Rosalía este año. Y así demostrar que se olvidó de los complejos y se convirtió en uno de los rostros más bonitos de la industria de la moda protagonizando desfiles y campañas para firmas internacionales. Porque la belleza no se mide en tallas.
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