La hermana de Jon Kortajarena lanza una colección de joyas inspiradas en su abuela

A principios de año, comenzaron a reunirse para dar forma a aquella nueva línea de bisutería. Unos encuentros en los que se fraguó una fuerte amistad. «Primero fuimos amigas y luego empezamos a trabajar juntas en la línea», asegura Lucía. Y es que cada vez que se juntaban para poner en marcha este proceso creativo, terminaban yéndose de vinos, al karaoke o a la playa. «Nunca hablábamos de joyas. Nos costó centrarnos, pero al final lo conseguimos. Cada vez que quedábamos en casa de Marina para diseñar la colección, salía un buen trabajo», afirman. De esta manera, estas jóvenes formaron un equipo «con una vibra muy positiva». Compartían ideas, y Lucía, que se ha involucrado al máximo en el proyecto, ideaba la bisutería que tenía en mente, siempre guiada por Sofía, la diseñadora de la firma. «He intentado dar mi toque personal a la colección. Me encanta el dorado y las piezas tienen este tono. También he querido que las joyas representen a las que tenía mi abuela, son las que veía de pequeña».

Ya es una tradición: todas las colecciones de la firma bilbaína están bautizadas con nombres de diferentes ubicaciones, desde India hasta Italia, y esta vez no iba a ser menos. En este sentido, Lucía enseguida pensó en aquel lugar favorito del mundo que iba a dar nombre a la línea: Lanzarote. «Estoy muy unida a esta isla, mi madre y mi hermano vivieron allí muchos años. Quería que fuese algo íntimo para que la gente me fuera conociendo más. En las redes sociales muestro parte de mi vida, pero nunca he llegado a tocar el tema familiar. Esta colección es una forma de hacerlo». Por esta razón, la propuesta está formada por seis mini colecciones que hacen referencia a pueblos y playas de la isla: El Cable, Punta Mujeres, Tías o Famara, el lugar de Lanzarote al que Lucía está más apegada. «Es donde mi hermano tiene la Casa Sua. Es mi refugio, donde voy a llorar y a reír. Es el punto de unión conmigo misma», admite.

Las piezas son minimalistas y con un irresistible «toque cañero». «Hemos creado joyas atemporales para que no te las quites en todo el año», precisan. Están elaboradas en acero inoxidable y sus precios son asequibles, oscilando entre los 5 y los 28 euros. Salieron a la venta el pasado 3 de julio en su página web aunque, por primera vez, también cuentan con un punto de venta físico. Se trata de Redruello, el salón que regenta la madre de Lucía, situado en la calle Henao número 1. «Nos dijo que le hacía mucha ilusión vender las joyas en su peluquería, así que le hizo un hueco a la colección en su escaparate», cuentan Marina y Sofía agradecidas. Un pequeño empujón que le brinda Nuria Redruello. «Es una vendedora nata, y más si es un tema mío», reconoce Lucía entre risas. Las piezas también se han hecho populares en las redes sociales gracias a 'influencers' como Gala González o Sara Baceiredo. Por el momento, el modelo más vendido es la cadena 'Guatiza', aunque Lucía reconoce que tiene predilección por el anillo 'Punta Mujeres'. «Es la joya que siempre han llevado mi abuela y mi madre».

Esta colaboración ha permitido a estas jóvenes emprendedoras a dar un paso más en su proyecto más personal. «Es la primera vez que hacemos una sesión de fotos profesional. Todas las anteriores tenían lugar en casa», explican. En esta ocasión, los modelos Iker Torre, Laura Rech e Inés Van Herckenrode se han puesto ante el objetivo de Inma Fiuza El resultado ya se puede ver en la cuenta de Instagram de Matusalén (y en nuestra galería) . «Para nosotras es la mejor sesión del mundo», admiten.

Esta colaboración les ha permitido aprender unas de otras y crear lazos de amistad a prueba de distancias. Y es que el próximo septiembre, Lucía se mudará a Madrid para cursar un máster de diseño gráfico y estudiar interpretación. «Es un mundo que me ha gustado desde pequeña», reconoce. Sin embargo, siguen pensando en próximos proyectos juntas y no descartan una segunda colección. Para estas emprendedoras, trabajar con Lucía ha sido como un soplo de aire fresco. «Y para mí un descubrimiento. Gracias a ellas he conocido gente nueva. También he conseguido dejar de lado la imagen de 'hermana de Jon Kortajarena' y que me conozcan como Lucía Redruello».