Dos exalumnas de Deusto lanzan la firma de zapatos que jamás pasarán de moda

La modelo y diseñadora Inès de la Fressange, un verdadero icono de la elegancia parisina que cuenta con su propia 'Guía de Estilo', llegó a afirmar en este libro que si solo pudiéramos tener un par de zapatos habría que elegir, sin duda, unas bailarinas. De hecho, fue ella quien estrenó en 1984 el modelo bicolor más icónico de Chanel durante una campaña fotografiada por Helmut Newton. En ese momento, este discreto calzado comenzó a ser sinónimo del llamado 'chic francés'.

Y es que no hay mujer con estilo sin bailarina en su zapatero ni firma de lujo que no se haya rendido a sus encantos, pero lo cierto es que tampoco existe un nicho de mercado en el que la calidad y el precio de una bailarina caminen de la mano. Dicen que la necesidad agudiza el ingenio y que muchas cosas buenas nacen del deseo de suplir una carencia. Con esta visión, Patricia Gutiérrez Terrazas e Isabel Orbegozo Ugartechea, dos exalumnas de la Universidad de Deusto y fieles consumidoras de este tipo de calzado, volcaron sus conocimientos para fundar 'La Basique', una marca de bailarinas clásicas que persigue la excelencia sin dejarse el bolsillo en el intento.

No deja de ser contradictorio y bonito que en tiempos de crisis florezcan ideas y nazcan proyectos. Como tantos otros, el de estas jóvenes de 28 y 27 años salió a la luz en pleno Estado de Alarma. Todo un reto que, además, tuvo una grandísima acogida entre las amantes de los básicos de calidad. «El producto está gustando mucho. Recibimos muy buenos feedbacks de lo cómodas que son y de la necesidad que había de algo así, cosa que nos ha tranquilizado mucho. Es difícil dar con proveedores que cumplan las expectativas que tienes, pero para ser novatas en esto estamos muy orgullosas de lo que hemos conseguido», aseguran. La editora Sofía Paramio, la wedding planner de Petit Mafalda, Lara Goretti, o las 'influencers' Lucía Bárcena o María Garrido ya han hecho su presentación oficial de 'La Basique' en sus respectivas redes sociales, posando con alguno de los dos diseños artesanales que actualmente tienen en catálogo: el modelo 'Laga', la bailarina tradicional, y el modelo 'Biarritz', mucho más cerrado por delante. Nombres, por otro lado, que hacen referencia a la costa vasco-francesa que tanto tiene que decir sobre la vida y el estilo de estas dos emprendedoras vascas.

Patricia nació en Bilbao, Isabel en San Sebastián y, aunque ambas han hecho escala en Madrid, decidieron estudiar en la Universidad de Deusto. La primera, cursó ADE + Derecho, la segunda, Derecho Económico. Una es consultora y se ha quedado a vivir en la capital, la otra es abogado y ha vuelto a Bilbao. Casualmente, desempeñan su labor en la misma empresa y en su escaso tiempo libre aún consiguen sacar adelante el proyecto en común con el que siempre habían soñado. «Lo compaginamos como podemos. ¡Multitasking al poder!». Aunque sus profesiones nada tengan que ver con el diseño, son mujeres con un olfato especial para la moda, quizás influenciado por ese buen gusto del que pueden presumir las mujeres vascas a la hora de vestir, un tópico que no deja de ser cierto. «En Bilbao se viste como en pocos sitios. Nos gusta ir a la moda, pero nos morimos por un buen básico. Las vizcaínas están demandando mucho nuestras bailarinas, ya que tradicionalmente siempre han formado parte de su armario y, a pesar de las novedades de temporada, siguen estando muy presentes», aseguran.

Ellas mismas reconocen que la clave de su estilo está en una mezcla compensada entre toques de tendencia y básicos de calidad como los que ofrecen en La Basique, capaces de superar el paso del tiempo con la mejor de sus caras. «Las bailarinas representan la feminidad de la mujer, pero al mismo tiempo es un zapato que todas podemos utilizar, un clásico que nunca pasa de moda», reconocen. Además, el viento de la industria sopla a su favor, porque parece que comenzamos a dejar atrás la estética 'feísta' que ha estado presente durante los últimos años. Tras reinventar el calzado más feo y tosco del mercado con diseños como los 'daddy shoes', las botas de montaña o las sandalias de guiri, las aguas vuelven a encauzarse hacia una corriente mucho más moderada, minimal y, sobre todo, atemporal. Y aquí, las bailarinas de 'La Basique' tienen mucho que decir. «Nuestra inspiración es la vuelta a los orígenes del calzado tradicional. Creamos colecciones pensadas para que las prendas duren más y mejor».

Por el momento, esta firma solo tiene presencia online, aunque reconocen que intentarán estar presentes en los próximos 'pop-ups', ya que entienden que «el calzado es un producto que gusta verlo puesto». No descartan abrir tienda física en un futuro y apostarían, sin duda, por una ciudad como Bilbao. Quién sabe si más adelante completarán su portfolio con otros productos de una categoría diferente que pivoten dentro del paraguas de los básicos, pero, por el momento, tan solo esperan que la marca se vaya afianzando en el sector, algo que requiere un trabajo constante. «Está siendo un año de toma de contacto, de mucho trabajo y aprendizaje, de caernos y levantarnos constantemente. Creemos que todo esto solo puede darnos buenos resultados». A partir de ahí, y con los cimientos de 'La Basique' bien asentados, estas dos jóvenes vascas solo sueñan con crecer.