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'Los Bridgerton' así se llama la nueva serie de Netflix que se estrenaba el pasado 25 de diciembre y que en pocos días ya ha conseguido convertirse en una de las más vistas de la plataforma. Una historia que engancha desde el ... primer minuto, no solo por la historia de amor que esconde, sino también por su mensaje de empoderamiento femenino en una época en la que a la vida de las mujeres se centraba en casarse y tener hijos, pero también por el fascinante vestuario y los looks que van dándose paso capítulo tras capítulo, consiguiendo convertir esta serie en todo un referente de estilo que se evidencia con todos y cada uno de los looks de la alta sociedad de la Regencia y, sobre todo, de su protagonista, Daphne Bridgerton.
Todo un descubrimiento de la pequeña pantalla que ya ha conseguido conquistar a miles de usuarios de Netflix y que arrasa también en redes sociales. Y es que, además de que su trama es capaz de conseguir esa mezcla perfecta entre 'Gossip Girl' y 'Orgullo y prejuicio', los decorados exuberantes y ese vestuario de época tan cuidado obra de la diseñadora neoyorquina Ellen Mirojnick, conocida también por diseñar los vestuarios de 'Maléfica' o 'Instinto básico' son gran parte de la clave del actual éxito de esta nueva trama.
Un vestuario en el que reinan los tonos pastel y las telas delicadas de la familia Bridgerton, pero también los estampados florales recargados y las paletas de colores más chillones y atrevidos de familias como los Featherington.
Capas y más capas de tul capaces de dar un toque romántico a cualquier vestido de las protagonistas, bordados en oro y con pedrería, telas satinadas y todo tipo de tocados en el pelo.
Un vestuario de ensueño tan completo que su propia creadora ya ha contado más de 104 diseños diferentes hechos de forma artesana y personalizados para cada personaje.
En cuanto al vestuario de los hombres, Ellen Mirojnick ha ido mucho más allá del típico traje con corbata y nos lleva directos a la Inglaterra de 1813 en la que los hombres eran 'dandies'. Así es que no faltan las levitas de terciopelo, satinadas o de colores llamativos, los chalecos de grandes solapas, bordados y estampados, los cuellos rígidos, las pajaritas o los clásicos sombreros de copa.
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