La duquesa que eclipsó a la novia: un vestido de 12.000 euros para la boda de su 'celestina'

En tiempos de Tinder, en los que el amor puede surgir a raíz de un simple 'click', aún existen esas buenas amigas que te organizan una fiesta con el que creen que podría ser el amor de tu vida. Así ocurrió con Meghan Markle, que conoció al príncipe Harry gracias a la buena voluntad de esta diseñadora nacida en Bahrein. El simple gesto de organizar una cena en casa, culminó en una boda real que cambiaría el rumbo de la historia en la regia monarquía Windsor. Las dudas sobre si los Duques asistirían a su enlace planearon desde el primer día, y más, teniendo en cuenta que esta misma semana comenzaban su viaje oficial por Sudáfrica, un país muy especial para ellos, ya que fue allí donde se comprometieron.

Sin embargo, el matrimonio viajó por sorpresa hasta Roma, donde se celebró este enlace de altos vuelos al que asistieron numerosos rostros conocidos: Ivanka Trump y su marido, Jared Kushner, su cuñada, la modelo Karlie Kloss, con Josua Kushner, Orlando Bloom con Katy Perry vestida por Marchesa, la editoria italiana Giovanna Battaglia, la princesa Beatriz de York, que eligió un look de 'pailletes' metalizadas de la firma homónima de la novia y Eugenia de York, que entró con la propia Misha Nonoo a Villa Aurelia, el lugar donde se celebró la ceremonia, montanda en un 'caddy' de golf. En ese momento, se pudo atisbar el que podría ser el look nupcial de la novia, tal y como vemos en la imagen superior: un sencillo traje de líneas rectas, cuello a caja y manga corta fiel a la filosofía sus diseños.

Para la diseñadora será su segundo matrimonio. Recordemos que antes estuvo casada con el experto en arte, Alexander Gilkes, quien coincidió con los príncipes de Inglaterra durante su estancia en el prestigioso colegio Eton. Dicen de ella que es amiga de Meghan desde que la vistió en numerosas ocasiones de su etapa de actriz. Ya como 'royal', también ha sido una de las mejores embajadoras de su marca. De su nueva boda, tan solo se ha filtrado una única imagen. Es la de los duques de Sussex durante la ceremonia, y además de espaldas, suficiente para que los más avezados de las redes sociales identificaran de dónde era el vestido elegido por Meghan. Por primera vez, una invitada suscitaba más expectación que la propia novia.

Aunque podría haber optado por uno de los diseños minimalistas de su amiga, que se caracterizan por los tonos neutros y las líneas sencillas, la duquesa de Sussex se decantó por uno de los nombres más aplaudidos de la pasarela: Valentino. En este caso, ha optado por un modelo de la colección primavera-verano 2019, valorado en 13.500 dólares, algo más de 12.000 euros.

Se trata de un vestido largo, con mangas abullonadas y semitransparencias, confeccionado en seda y tul. Tiene escote en 'v' y está embellecido con pequeñas aplicaciones a lo largo de todo el diseño. Aunque es un diseño de la temporada que acabamos de dejar atrás, desde la tienda online de Estados Unidos se puede chequear su disponibilidad. Este look de invitada tan solo es una muestra más de la pasión por la moda de Meghan Markle, cuyo estilo fresco y acorde con las tendencias está suponiendo una bocanada de aire fresco entre las 'royals' europeas, tal y como demostró, también, en la presentación oficial de su primer hijo, Archie.