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Tres diseños firmados por Domingo Orive. LANDHER ITURBE
Álava Dmoda

¿Quieres vestir alta costura en Vitoria?

Domingo Orive, premio a la mejor colección en la Pasarela Gasteiz On, nos muestra sus diseños. Desde su llegada a Madrid, donde cosió 15 años en Devota&Lomba, hasta su regreso a la capital alavesa

Martes, 23 de abril 2019, 07:10

En el backstage se suceden las prisas y las puntadas de última hora, hay modelos escasos de ropa sin pudor alguno y corren ríos, cataratas, de anécdotas. El vitoriano Domingo Orive rescata una de esas historias que ilustran su particular 'book' de recuerdos. Sitúense: ... años noventa, lo último de Devota&Lomba sobre la pasarela y Juncal Rivero, una de las 'tops' nacionales del momento, enfundada en «un vestido de punto de lúrex con cuello halter y un escote que le llega hasta el ombligo». «A nada que se movía se le veía el pecho. De repente me preguntó si tenía celo de doble cara, se lo pegó... y, listo, salió a desfilar», cuenta el diseñador, un veinteañero en aquella época, sobre su primer desfile. Un estreno, sin duda, para hacerle un rinconcito en la memoria. Muchos metros de hilo y tela ha gastado desde entonces hasta hace unos días cuando recibió con «mucha ilusión» el premio a la mejor colección en la Pasarela Gasteiz On.

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El reconocimiento local le ha llegado tras más de dos décadas pegado a un dedal con unos inicios «curiosos» y olfato autodidacta. «Con 14 o 15 años me hacía ropa, sacaba el molde en papel de periódico y luego lo elaboraba en cuero. No fue hasta los 19 cuando me enteré de que había una carrera como tal de Diseño de Moda», recuerda sobre un curriculum que arrancó en la hostelería. Con el título bajo el brazo se marchó a mediados de los noventa a Madrid y los dos meses de prácticas que iba a realizar en Devota&Lomba se convirtieron en tres lustros ligado a la firma cofundada por su paisano Modesto Lomba. De 1997 a 2012, un tiempo en el que ejerció como director técnico, coordinador de proyectos y diseñador. «Me he reído en esa empresa lo que no está escrito. Hemos hecho de todo, hemos estado en todos los ajos y todas las fiestas...», relata este «mitómano» confeso que, asegura, no se fija en cómo visten los demás.

Domingo Orive, con una modelo en la Pasarela Cibeles de 2007.

Entre las agujas con las que ha cosido se queda con el maestro Elio Berhanyer, fallecido en enero. «Le encantaba hablar, te contaba historias hasta de Ava Gardner. Él sí que vivió lo más grande de la moda española, la alta costura», afirma sobre el modisto a quien echó una mano en una colección de abanicos para Planeta. En la agenda del vitoriano, que en una vuelta por el escaparate actual se decanta por Teresa Helbig, aparecen muchos más nombres. En Madrid cosió junto a Miguel Palacio y 'fichó' a modistos como Agatha Ruiz de la Prada o David Delfín para diferentes cursos de la Asociación de Creadores de Moda de España (Acme), pero también formó parte del grupo de trabajo para la homogeneización de las tallas –«una idea muy buena pero complicada», advierte– e incluso abrió su propio estudio.

De ese taller que funcionó durante una década salían «cuatro o cinco» encargos al año, entre ellos, dio forma a una reproducción del vestido de novia de Grace Kelly. «Mis clientas me decían que por qué no hacía algo más de calle. La idea se quedó en el fondo de la memoria pero, al volver a Vitoria, resurgió», explica en un salto temporal hasta la actualidad. El regreso –por motivos familiares– se produjo hace un par de años. Aquí, en la capital alavesa, halló su hueco como profesor de patronaje técnico en la escuela m.Class y sacó de nuevo el acerico para comenzar a hilvanar su propia firma.

A la izquierda, un diseño nupcial para Devota&Lomba. A la derecha, otra creación para Miguel Palacio.

- ¿Cómo ha encontrado el sector de la moda a su vuelta a Vitoria?

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- Hay gente que está haciendo cosas loquísimas que, además, las compra gente de aquí. El cliente vitoriano no es tan clásico como se suele pensar.

Las costuras de Domingo Orive se trazan sobre bombers en delicadísima piel de ángel, vestidos con corsé de bailarina dignos de alfombra roja y blusas atadas a minúsculos botones de nácar. «Mi intención era llevar esta línea a Madrid pero es que lo vendo aquí todo, no me imaginaba que iba a haber tal nicho de mercado en Vitoria...», reconoce tras presentar su colección 'Chess' o, para los que no dominan la lengua de Alexander McQueen, 'Ajedrez'. La inspiración, indica, surgió al cruzar la plaza 3 de marzo, en Zaramaga, cuyo suelo preside un tablero de enormes dimensiones. No hay descanso en su cabeza y tampoco en sus manos pues trabaja «de lunes a domingo» y sí, añade, «estoy pensando las 24 horas del día en mis proyectos». Ni un respiro para la 'singer'.

'Shooting' para la página web de Devota&Lomba en 2012.

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