Comprar en Vinted, heredar ropa, huir del impulso... Las claves para un armario sostenible de tres referentes de la moda vasca

El acto, que se celebró en La Bodega de Ola de Martín Berasategui, contó con la participación del diseñador vizcaíno Eder Aurre -que este sábado recoge el Premio Euskadi de Moda 2023-; Andoni Calvo, cofundador de Customeus; Mikel Elzo, director de la fima SKFK; y Alejandro Álvarez, jefe de cocina del restaurante. La charla estuvo moderada por la periodista de EL CORREO y responsable de Bizkaia Dmoda Virginia Melchor.

Uno de los temas que centraron el debate fue la sostenibilidad, un camino que cada vez es más necesario recorrer en el mundo empresarial, tanto como emprendedores como consumidores. Elzo lo inició hace más de dos décadas, cuando fundó su marca SKFK -entonces se llamaba SkunFunk-. En una visita a los talleres chinos que contrataron para elaborar sus prendas fueron conscientes de que debían cambiar la manera en la que trabajaban para ser más respetuosos con el medio ambiente. Hoy, es un referente y un ejemplo para quienes empiezan. «Es todo un proceso en el que también te dejas pelos en la gatera», advierte.

Para cuidar este apartado no es necesario empezar por grandes gestos. Un ejemplo está en el 'atelier' de Aurre, donde además de maravillosas prendas de ceremonia, también elabora sudaderas y camisetas. Este joven modisto, con YA 14 reconocimientos por su labor, no tira ni los sobrantes. Aprovecha esos restos para la decoración de estas prendas que, eso sí, son de algodón orgánico.

Otra cosa que tiene en cuenta el diseñador portugalujo es evitar el derroche: a la hora de comprar las telas juega «con entre 20 y 50 centímetros de margen», pero no más. Esto es, si para hacer un vestido necesita 3 metros, le suma esa cifra, «no más, por lo que pudiera pasar durante el proceso. De esta manera, los retales que le quedan son realmente muy pocos.

Y es que el consumo, la forma de consumir, es clave a la hora de ser sostenible no solo como creadores de moda, sino como clientes. Comprar bien es otra manera de acercarse a este objetivo. Pero ¿qué entendemos por esto? Lo vemos si visitamos Customeus, un taller donde hacerte tus propios zapatos especiales. Tal y como relató Calvo, son un complemento de calidad que se hacen para durar, no solo como objeto de deseo. «Zapatos blancos de novia hacemos muy pocos. La mayoría quiere unos que luego pueda utilizar para otros momentos». E incluso puedan dejar en herencia a familiares, algo que, por otro lado, valora mucho Aurre.

En lo que coinciden los tres expertos es en huir de las compras por impulso que luego se quedan en el armario sin quitarle siquiera las etiquetas. Y en reciclar. «Mis hijos visten de Vinted y heredan ropa de otros familiares. No es que no podamos comprarles modelos nuevos, preferimos dedicar ese importe para otras experiencias», subraya Elzo. En sus tiendas también se recogen prendas de quienes ya no las quieren: «Y no sabéis la cantidad de ellas que vienen sin estrenar. Eso no es sostenible».

En la cocina también se puede incluir este concepto, tal y como explicó el cocinero Alejandro Álvarez. En La bodega de Ola, por ejemplo, recogen el agua de la lluvia para usarlo en los baños y la compra que hacen es siempre «kilómetro cero y de temporada». «Otra cosa en lo que hemos trabajado es en la digitalización de varios procesos, entre ellos, las comandas», reveló.

Después de la sostenibilidad, otro asunto que se debatió ayer fue la velocidad a la que circula la moda. La fast-fashion no es la vía buena para ninguno de los ponentes. El más crítico fue Mikel Elzo: «No estoy de acuerdo con el término democratización de la moda». Por un lado, explicó, por la pérdida de estilo personal y propio: «En Bilbao ya no vestimos también, vivimos de las rentas de cuando sí se hacía». Y por el otro, porque la moda ha perdido valor con precios que rozan lo imposible: «Antes, mi ama ahorraba para comprarme un abrigo», ahora, se pueden tener varios y no se les da valor: «Son de usar y tirar».

Eder Aurre, que además de diseñar colecciones, trabaja en modelos a medida recomendó no dejarse llevar por esa primera tentación. Antes de comprar hay que hacer una reflexión y «apostar por la calidad». Y por el préstamo, deslizó Andoni Calvo: «Por mi trabajo (es presentador en ETB), cuando acudo a actos primero pregunto a mi circulo qué americanas me pueden dejar», deslizó. No le gusta repetir modelo, pero ha dejado de comprar en grandes cadenas y ya solo se lleva aquellas piezas especiales que sabe que le van a durar. «En EEU U hicieron un estudio de cuánto se ponían los adolescentes una camiseta nueva antes de desecharla: solo en cuatro o cinco ocasiones», ahondó Elzo.