Una colección 'made in' Vitoria inspirada en las flores y con esencia de fallera

Se trata de una «colección de desarrollo» de la primera. Si Myrtus fue la idea en su máxima expresión creativa, Myrtus II es una versión refinada de un modo más comercializable. «Son prendas potentes, con mi esencia, pero mucho más factibles en el día a día. Hay pantalones, camisas y 'bombers' intercambiables entre sí. Por ejemplo, el vestido camisero lo he transformado en una camisa y falda para que sean más versátiles», detalla Orive.

En esta ocasión son once 'looks' de los cuales cuatro son masculinos. «Era algo que me estaban reclamando», sostiene el modisto, que aun así sigue dando mayor peso a las prendas femeninas. En lo que respecta a los tejidos ha empleado piel de ángel, organza de seda, vielásticos o espolines, una tela de seda con flores bordadas que es la que se emplea para confeccionar los trajes de fallera. Los colores llamativos vuelven a ser protagonistas con verdes esmeraldas, rojo, rosa, coral y estampados de flores. Aunque eso sí, «en el caso de las prendas masculinas hay tonos más neutros, tierra y denim encerado».

La propuesta la cierra un traje de novio para nada convencional. La propuesta es un llamativo traje claro con una 'biker', botones de nácar de perla y «mucho oro». La colección de Myrtus II se completa con varios bolsos que son colaboraciones con otros diseñadores como Susana Pérez, José González y Juan Pérez en los que no faltan las flores y las lentejuelas.