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Si estás leyendo este artículo, el 8 de marzo pasó hace una semana, pero ese día solo es un recordatorio para felicitar el trabajo constante que haces, por tu dedicación y entrega a todo lo que te rodea. Esa mujer que cuida, ama, trabaja, limpia, ... educa, escucha, ayuda... seguro que tus jornadas son largas y tus actividades variadas. En nuestro ajetreado día a día, ir bien vestidas o a la última no es tarea fácil y, además, tenemos mejores cosas en las que pensar.
Paremos un segundo. Recuerdo que una mujer muy importante en mi vida me dijo lo siguiente cuando yo era pequeña: «para querer, primero debes quererte», «para tener un amigo, primero deberás serlo», «para que te amen, primero deberás amarte». Estaría muy bien seguir este gran consejo y permitirnos que la primera muestra de amor por la mañana sea para nosotras, así estaremos más que preparadas para poder con todo lo que nos depare el día. ¿Qué te parece?
Es cierto que la falta de tiempo a día de hoy nos agobia a todos. Desayunar rico, darnos una buena ducha y perfumarnos es algo que no nos cuesta tanto, pero el momento terrible suele llegar cuando nos colocamos delante del armario. Nos pasamos seis meses de nuestra vida eligiendo qué ropa ponernos. Puede sonar exagerado pero, si sumamos los 17 minutos que de media tardamos en elegir modelito diariamente, las matemáticas no fallan: cuando cumplamos los 60 habremos gastado medio año de nuestra vida en combinar ropa, estrujándonos el cerebro entre camisetas y pantalones. Para facilitarte la tarea, propongo algunos consejos para que a la hora de ir al trabajo dispongas de prendas que te ayuden a vestir con más facilidad e ir cómoda y segura en tus jornadas maratonianas.
Empieza pensando en el calzado, según lo que vayas hacer es importante que vayas cómoda. Si por un casual tenemos una reunión o algún compromiso que consideramos que debemos ir más arregladas, elige un tacón confortable. Pero si no puedes con ellos, mételos al bolso y ya te los pondrás en el momento oportuno, ni un minuto más ni un minuto menos.
Intenta llevar siempre lencería cómoda y que se adapte a ti como una segunda piel. No necesitas millones de sujetadores, pero al menos tres modelos correctamente elegidos son indispensables.
Si trabajas en una oficina, una buena elección es un traje completo de chaqueta y pantalón o de chaqueta y falda, porque lo podrás llevar junto o separado dependiendo de la imagen que desees proyectar cada día. Mira los looks inspiracionales que propongo en el artículo para que puedas coger ideas.
Actualmente, el traje vuelve a ser tendencia y la primera mujer que hizo esto posible gracias a su pasión y su visión fue Coco Chanel. Ella logró romper esquemas y fusionó de una manera muy hermosa las líneas masculinas en una silueta femenina. Por eso, si te haces con un traje sastre, tan solo cambiando los complementos le darás el estilo que más te guste.
Espero que con este artículo te haya podido ayudar y como decía nuestra gran amiga Coco Chanel: «La moda no existe sólo en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo». Una idea que muchas mujeres compartimos, que cada vez nos sentimos más libres, más confiadas y, por ello, más poderosas. Recuerda, primero gústate a ti misma y después (si eso) al resto del mundo.
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