Los bolsos solidarios creados con telas de todo el mundo que se venden en Vitoria

En el antiguo local conocido como 'Udalaitz' verán bolsas de malla, neceseres fabricados con gorros de baño o pendientes florales «90% artesanales» en horario de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. Es una oportunidad única para los alaveses a los que les interesa la moda, pues apenas están en la ciudad un par de veces al año. Si quieren recomendaciones, estas creadoras han contado a EL CORREO sus productos más destacados.

Para esta nueva temporada, '2db' han sacado la colección de bolsos 'Kaian' (en el puerto, en euskera). Son amplios, cómodos y ligeros y tienen en su interior dos bolsillos para tenerlo todo muy bien organizado. Esta línea se amplía con unas bolsas de rafia (disponibles en varios colores) que son perfectas tanto para la playa como para la ciudad. En un par de semanas llegarán a sus tiendas trajes de baño y bikinis, pero de momento el toque veraniego lo aportan unos coloridos neceseres fabricados con antiguos gorros de baño. Son importados de Grecia y el cierre de la cremallera es una impresión en 3D con el logo de la marca.

Más allá de las novedades, ellas no dejan de vender su producto estrella: esa bolsa de malla con seña 'arrantzale' que innova en el proceso productivo y protege el interior con una tela africana. Se elabora en los talleres sociales de la Fundación Peñascal de Bolueta (Bilbao) y concluye con una donación para el proyecto educativo que tiene la entidad en una escuela de Senegal. Y, entre los clásicos, también está el 'Sirimiri Proof', una gabardina con cuello camisero que se fabrica en los talleres Peñascal «porque es así como queremos seguir trabajando, con constancia, poco a poco, como el caer de las gotas de sirimiri», comparan. Es perfecta para entretiempo, un fondo de armario que no te quitarás del cuerpo. Además, ofrecen prendas de punto que traen desde Toledo.

«Aunque esté de vacaciones es obligatorio meterme en una tienda de telas», comenta risueña María Fernández. Esta bilbaína regentó durante casi una década dos negocios que vendían abalorios. Al tiempo, decidió lanzarse a crear completos. «Yo no es que siga mucho las tendencias, pero este año he acertado», asegura. Lo dice porque la joyería que presenta destaca por sus flores y colores. «El 90% es artesanal», prácticamente toda está hecha en acero y «no hay ningún producto igual a otro».

Es cierto. Y eso que su muestrario es amplio. Vende sombreros, sandalias hechas con telas, cinturones con estampados étnicos, llaveros y fundas para móvil con correas intercambiales, además de diademas. Un dato: algunos de sus productos están fabricados con telas compradas en el comercio vitoriano 'Entretelas'. Todos sus productos tienen precios «asequibles» que oscilan desde 18 hasta 45 euros.