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Iñaki Juez
Miércoles, 3 de diciembre 2014, 15:22
El salón árabe del Ayuntamiento de Bilbao ha acogido este mediodía el foro industria, una mesa redonda, incluida en el Fun&Serious Game Festival, que se celebra estos días en Bilbao y que en su cuarta edición tiene a Francia como país invitado. Tras las palabras de bienvenida por parte de la gerente del certamen, María Goti, se inició un debate, moderado por el periodista de EL CORREO Iñaki Esteban, en el que representantes de la industria del videojuego gala, el segundo productor lúdico más importante del mundo, analizaron el presente y el futuro de un sector que ve a los dispositivos móviles como el principal reto a acometer en los próximos años para que siga siendo uno de los principales impulsores del crecimiento económico, algo muy importante en estos tiempos de recesión generalizada.
Nicolas Godement-Berline, representante del Sindicato Nacional de Videojuegos francés (SNJV), centró precisamente su intervención en este nuevo nicho de negocio aunque "a la mayoría del empresas les ha costado mucho adaptarse a él. Han caído muchas de ellas y hemos pasado años muy duros", se lamentó. Un problema que no tienen las que se crean precisamente para los nuevos dispositivos móviles, lo que permite que desarrollen sus juegos y los distribuyan ya que es muy fácil hacerlo al tratarse de descargas digitales en las dos principales tiendas de aplicaciones, la AppStore y Google Play. "El 40% de la gente ya juega en móviles y tabletas. Y la mitad de estos jugadores son mujeres que nunca se habían sentido atraídas hasta ahora por esta forma de ocio. 'Candy Crush' ha tenido gran parte de la culpa", reconoció con una sonrisa.
En todo caso, Francia es el tercer mercado europeo de una industria que cuenta en este país con 300 empresas dedicadas al desarrollo de videojuegos, con 5.000 empleos directos y más de 10.000 indirectos. "Unas cifras mareantes si las comparamos con la situación del sector en España", reconoció Alberto González Lorca, presidente de AEVI (asociación española empresas de videojuegos), otro de los invitados a la mesa redonda.
Y es que el representante español no pudo evitar "mirar con envidia" a sus colegas galos cuando hablaron de las abundantes, en comparación, ayudas económicas que tienen las empresas de videojuegos francesas tanto por parte del Gobierno de su país como de distintas instituciones públicas y privadas. Entre deducciones fiscales y aportaciones varias, estas compañías logran que se financien alrededor del 40% de los presupuestos destinados a un proyecto lúdico. "Ahora queremos que el Gobierno de nuestro país nos conceda 40 millones de euros en un plazo de diez años. Todavía estamos negociando. Es un proceso demasiado lento", se quejó Lauren Auneau, presidente de la asociación empresarial Le Game.
Además de las subvenciones, Godement-Berline considera que otra explicación al éxito de Francia como productor de videojuegos es la educación, ya que existen escuelas y centros de aprendizaje dedicados en exclusiva a este sector. De esta forma, se han logrado formar a programadores y artistas que han perpetuado la tradición de su país en el género ciberlúdico desde la década de los 80 con empresas tan recordadas como Infogrames, cuyo testigo de liderazgo lo ha recogido desde hace años Ubisoft, la compañía creadora de juegos tan famosos como los de las sagas Assassin's Creed, Prince of Persia o Rayman. "Muchos de ellos terminan trabajando para compañías de otros países como EE UU o Canadá, como es mi caso. Todo el mundo habla muy bien de profesionales franceses", resaltó con orgullo el representante del SNJV.
Retos de futuro
Los retos a los que se enfrentan tanto la industria francesa como la española es crear videojuegos para un mercado global. De hecho, las empresas galas sobreviven porque son capaces de exportar sus juegos a otros países aunque todavía queda mucho por hacer. "En Asia juegan de forma muy diferente a los occidentales. Creo que deberíamos estudiarlos más a fondo para hacer cosas que les diviertan", admitió Nicolas Godement-Berline. En todo caso, es una industria que mueve 1.000 millones de euros en sus ventas en el extranjero. "Y todo eso pese a que considero que no sabemos vender bien nuestras creaciones", aseguró Auneau. "Es fundamental mejorar las estrategias de comunicación", añadió Godement-Berline.
Respecto a lo que sucede dentro de nuestras fronteras, González Lorca considera que la mayor diferencia entre los desarrolladores españoles y los galos es que estos últimos "no tienen miedo al fracaso". "En España nos hundimos a la primera. Ellos lo intentan tres o cuatro veces hasta que triunfan. Está en su ADN", aseguró.
En la charla también intervino Alain Fohr, consejero cultural Embajada de Francia, que resaltó el valor de los videojuegos como propagadores de la extensa herencia cultural gala y española al mismo tiempo que tuvo unas palabras de recuerdo y agradecimiento al fallecido alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna. Precisamente, su sucesor, Ibon Areso, presidió al término de la mesa redonda la ceremonia de bienvenida en el Ayuntamiento, con aurresku incluido, a los ponentes e invitados del F&S. En ese sentido, el primer edil destacó la importancia de este festival a la hora de atraer "a talentos jóvenes de talla internacional a la capital vizcaína" al mismo tiempo que destacaba que la industria de los videojuegos es "principalmente urbana". "No se necesitan grandes espacios para producir riqueza. Se puede crear desde el corazón mismo de Bilbao", apuntó.
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