El español de «la patria única que queremos»

No es Pastrana hombre de pocas convicciones. Su experiencia en un periodo extraordinariamente complicado de la política iberoamericana le ha dado voz y autoridad para decir en voz muy alta lo que ha de ser dicho. Y así, las invocaciones a una cultura que nos une frente a los que nos intentan separar se mezcla con la denuncia del atropello que sufre la frontera de su país con Venezuela, y también el «simulacro de justicia» en el que ha sido condenado el opositor venezolano Leopoldo López. «Todos los demócratas rechazamos la forma como se ha vulnerado su derecho al debido proceso y a la defensa».

Recordaba Pastrana, en fin, la dolorosa vigencia del lamento desencantado de Bolívar: «No hay fe en América, ni entre los hombres ni entre las naciones. Los tratados son papeles; las constituciones, libros; las lecciones, combates; la libertad, anarquía, y la vida es una tormenta».

En esa tormenta permanente, y en los retos del futuro global, cobran importancia iniciativas como Futuro en Español. La quinta edición de esta iniciativa, como siempre fruto de la alianza estratégica entre Vocento y CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) se vistió de largo este miércoles en un acto en el que Pastrana contó con la presentación del ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo.

El más internacional

Méndez de Vigo presentó a un hombre que hizo de Colombia «un ejemplo de estabilidad institucional y democracia en tiempos difíciles». Y uno tras otro, ambos trazaron un panegírico de lo que significa un idioma «que comenzó siendo una voluntad de convivir, y es hoy el producto más internacional y prestigiado de España». Llamaba el ministro a diseñar «una estrategia del futuro del español, que debe ser compartida internacionalmente por todos los países de habla hispana».

Y una estrategia que no se pare en las barreras actuales, sino que busque «una nueva frontera», tanto en lo geográfico (Méndez de Vigo llamaba, por ejemplo, a recuperar la vocación del español de expansión en la zona de Asia-Pacífico), como en lo tecnológico: «Debemos aprovechar los cambios de lo digital, con menores barreras de entrada y menos costes de difusión».

Porque el español es un patrimonio, pero tenerlo no garantiza nada. Aunque es un buen punto de partida: «Los pueblos que no valoran y defienden sus tradiciones y su cultura, más temprano que tarde serán avasallados», advertía Andrés Pastrana. «Sólo la cultura nos impide convertirnos en una masa anónima que deambula por los pasillos del mundo buscando su identidad».

Los retos están en lo político y en lo económico, pero también en lo educativo. Méndez de Vigo señalaba la importancia de la cooperación «también en el ámbito universitario». «España debe aprovechar la ventaja competitiva de la movilidad universitaria». Así, Méndez de Vigo mencionaba «un plan de libre circulación de estudiantes en ambas direcciones».

«Hoy es un día muy especial», se congratulaba Guillermo Fernández de Soto, director para Europa de CAF. «Estamos muy satisfechos de lo alcanzado, pero también convencidos de que este año nos superaremos». Las citas ya están fijadas: el 29 de septiembre en Málaga, el 5 de octubre en la Casa de América en Madrid, el 29 y 30 de octubre en Logroño, el 3 de diciembre en Valencia. Y para el 2016 queda el desembarco en Chile y Colombia, de la mano de El Mercurio y El Colombiano.