Rajoy, acompañado por su mujer, entrega una camiseta de ‘La Roja’ al Papa.

Todos quieren un 'selfie' ideológico con el Papa

Pablo Iglesias (Podemos), Txiki Muñoz (ELA) y Ramón Jáuregui (PSOE) elogian los referentes éticos de Francisco

Pedro Ontoso

Miércoles, 24 de diciembre 2014, 02:04

Pablo Iglesias, líder de Podemos, elogió de manera entusiasta el discurso del Papa en el Parlamento Europeo, en defensa de los derechos de las personas y en contra del poder de las multinacionales. Txiki Muñoz, secretario general del sindicato ELA, declaró a este periódico que ... las referencias éticas del Pontifice son las que "defendemos nosotros en Euskadi". Ramón Jáuregui, eurodiputado del PSOE, aplaudió la intervención de un Francisco "reivindicativo de la dignidad humana antes que de la caridad cristiana". Ninguno de los tres es creyente, los tres se reivindican de la izquierda, pero a los tres les atrae el mensaje social del Santo Padre, que está inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia.

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Pablo Iglesias siempre evoca la memoria de su abuelo "un demócrata español, socialista y creyente", aunque enseguida acota que él no es católico ni creyente. Y si bien "estaba lejos de simpatizar con la jerarquía", nunca dejó de ser católico. En su libro 'Disputar la democracia' (Akal), el líder de Podemos recuerda que "aquel hombre amaba celebrar la Navidad con su familia, escuchando villancicos gitanos y leyendo en alto fragmentos de la Biblia". Iglesias ya había reconocido con anterioridad que estaba muy de acuerdo, aun no siendo religioso, con Jorge Bergoglio (nunca se refiere a él como el Papa y siempre le cita por su nombre de pila). Pero en Estrasburgo la conexión fue total. "¡Bien Bergoglio!", "¡Bravo!", "¡Un discurso valiente!", repetía el líder de Podemos en su cuenta de Twitter. El Papa hablaba en el hemiciclo. "Ha llegado el momento de promover políticas que creen empleo, pero sobre todo es necesario restaurar la dignidad del trabajo", reclamaba. Y seguía. "No debería permitirse que las democracias se colapsen bajo la presión de los intereses de las multinacionales". Sobre los inmigrantes. "No podemos permitir que el Mediterráneo se convierta en un enorme cementerio". Sobre la ecología. "Respetar el medio ambiente significa no destruirlo, pero también utilizarlo para buenos propósitos".

¿Ha descubierto ahora Pablo Iglesias, profesor de Políticas, la Doctrina Social de la Iglesia? Recuerdo mis clases en Ciencias Politicas, en Madrid, en el Instituto Social León XIII. Cualificados profesores Joaquín Ruiz Gimenez, fundador de la revista 'Cuadernos para el Diálogo', entre ellos nos introducían en el conocimiento del marxismo, pero tambien en la Doctrina Social de la Iglesia. Y por aquellas aulas desfilaban las teorías de Marx, de Althusser, de Marta Harnecker, de Gramsci y de Malefakis. También las de Erich Fromm, Maurice Duverger. Adam Schaff, Raymond Domargue, Mounier o Roger Garaudy. Siempre con espíritu critico y desde una cultura progresista. Y muchos de aquellos alumnos, que entonces militaban en el PSOE, en el PCE, en la UMD o en la HOAC, se batieron el cobre contra la dictadura y empujaron la Transición. No es una Doctrina de ahora, aunque sí ha sido Bergoglio quien la ha vuelto a poner en valor.

Jáuregui y el giro de la Iglesia

Ramón Jáuregui no es católico. Tampoco cree en Dios, pero le interesa lo que ocurre en la Iglesia y le atrae el discurso de este Papa. Le escuchó en Estrasburgo como "anfitrión educado, demócrata tolerante y laicista incluyente". Lo cuenta el mismo en un artículo publicado en la revista 'Vida Nueva'. "Reivindico la laicidad y sus conquistas: la separación del poder político de la Iglesia, el matrimonio civil, la enseñanza laica y las universidades públicas, los cementerios civiles y tantas otras cosas. Pero la laicidad no es antirreligiosa ni negadora del hecho religioso. La verdadera laicidad es incluyente y tolerante de la fe. Nunca admitiré que los códigos morales y las leyes reguladoras de los derechos y deberes personales sean fijados por exigencias o demandas religiosas. La soberanía popular, como única y exclusiva fuente legitimadora de la Ley, no es negociable. Pero admito el derecho de la Iglesia y de sus creyentes para intervenir en el debate público y exponer sus códigos morales en materias sensibles a sus principios", escribe.

Jáuregui se ha caracterizado por tender puentes entre los socialistas y el mundo cristiano. "Soy socialista y por ello, las dos palabras que mejor identifican mis convicciones políticas y mis aspiraciones humanas, son solidaridad e igualdad. Pero los socialistas no tenemos el monopolio de su aplicación. De hecho, reconozco que muchos militantes de la solidaridad lo son por sus creencias religiosas. Dicho de otro modo, llevo muchos años viendo a múltiples organizaciones y voluntarios que dan mucho de su vida o su vida incluso, para atender a los desfavorecidos y para combatir la pobreza y la marginación. Bien podríamos llamarlos socialistas sin carnet o socialistas por su fe".

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Además le interesa este Papa. "Me parece que está dando a la Iglesia católica un giro de modernidad y de transparencia, de austeridad y de sensibilidad social, tan necesario como profundo. Modernidad para adaptar a la Iglesia a un mundo transformado y a una sociedad diferente de la del siglo XIX o XX, respecto a la mujer, a la familia, el sexo, a la homosexualidad, etc. Transparencia en las finanzas de la Iglesia en el Vaticano y en el combate a la corrupción y a la pederastia. Austeridad en el ejemplo de su vida, desde su alojamiento en Roma en un convento, a sus vestidos. Desde sus discursos a sus viajes. Y por fin, el giro social. Por fin, una Iglesia de los humildes. Un Evangelio para el pueblo, comprometido con los que sufren, reivindicativo de la dignidad humana antes incluso que de la caridad cristiana".

Ramón Jáuregui resume en dos palabras la intervención del Papa en el Parlamento Europeo: dignidad transcendente. ¿Qué quiso decir el Papa con esa expresión? "El centro de su discurso fue la reivindicación de la dignidad humana como el corazón de todo proyecto político. Y lo más interesante, la concreción de esa dignidad son los Derechos Humanos. Frente a tanta vulneración en el universo de esa dignidad (por el hambre, por la esclavitud laboral, por la explotación de seres humanos,..) el Papa eleva la bandera universal de un código de derechos, fundado en creencias y valores que a su vez, fundaron Europa", concluye el político socialista.

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Útil para "los de abajo"

¿La del Papa Francisco es una bandera universal? Pablo Iglesias cree que es útil "a los de abajo". Ramón Jáuregui considera que los derechos, la dignidad de las personas "hay que insertarla en la sociedad, en la vida común, en el bien público, en la red de derechos y deberes de los otros" y por eso es "trascendente". Algunos mantienen que la atracción del Papa se debe a la debilidad de los partidos políticos. "Antes estaban en la vanguardia dentro del conjunto social, pero ahora la sociedad civil se ha emancipado gracias a la educación y al conocimiento, y ha desarrollado un criterio", argumenta un observador. Lo cierto es que el Papa Francisco es un líder muy aceptado, una figura con autoridad moral, y puede reportar réditos sumarlo a cualquier proyecto.

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