Borrar
Mercadillo de Estrasburgo.
Compras en los mercadillos navideños más fascinantes

Compras en los mercadillos navideños más fascinantes

Muchas ciudades de Europa, como Estrasburgo, Dresde o Trento, se engalanan con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo y ofrecen a los visitantes sus fascinantes mercados

María Rego

Domingo, 21 de diciembre 2014, 16:23

Las prisas y las mareas de gente pueden fulminar el espíritu navideño en solo un par de minutos. Pero no hay qºue darlo totalmente por perdido porque su recuperación es posible, incluso con una inyección extra de ilusión por el espumillón y los polvorones. Basta con pisar algunos de los mercadillos que por estas fechas levantan en diferentes ciudades de Europa alejadas del bullicio de las grandes capitales y cargadas de encanto. Recorremos el mapa en busca de unas cuantas ferias donde perderse con calma en los próximos días.

Dresde (Alemania)

Hasta el 24 de diciembre

A los organizadores del Strietzelmarket les gusta hacer las cosas a lo grande. He aquí un par de muestras: su inauguración consiste en empujar la pirámide navideña de mayor tamaño del mundo (14 metros) y, desde ese momento, los visitantes pueden asomarse a decenas de expositores a lo largo de un kilómetro. Dresde presume, pues, de contar con uno de los mercados de Alemania más especiales con placeres para el oído, la vista y el paladar. En sus calles se mezclan los espectáculos musicales y de baile con fiestas inspiradas en diferentes creaciones culinarias de hecho, la feria toma su nombre de un dulce que se elabora en la zona en esta época, el Strietzel, como la del pan de especias (Pfefferkuchenfest) o la del bollo navideño (Stollenfest) que se estira desde el palacio Zwinger hasta el mercadillo. Los curiosos que se acerquen a presenciar este sabroso acontecimiento, además, se pueden llevar una ración de este pastel gigante. Y si no tienen hambre hay opción de disfrutar de numerosos rincones originales, desde el espacio donde los pequeños elaboran sus regalos hasta la casa de los cuentos, el cine de los duendes o el teatro de títeres junto al calendario de Adviento.

Estrasburgo (Francia)

Hasta el 31 de diciembre

El título de Mejor Mercado de Navidad de Europa 2014 no es el único aval que posee la feria que cada otoño-invierno acoge la ciudad francesa de Estrasburgo. La cita se presenta, además, como la más antigua del país vecino pues comenzó a celebrarse en 1570 bautizada como Christkindelsmärik. El número de puestos ha ido desde entonces en aumento hasta distribuirse hoy por once puntos de esta ciudad suman 300 puestos, en forma de chalés de madera que conquista al viandante al caer la tarde cuando ilumina calles y fachadas. El cogollo de la feria se sitúa en la plaza Broglie, donde se puede adquirir artículos de decoración, cerámica, joyas de vidrio, juguetes hechos a mano y los imprescindibles dulces de la Navidad alsaciana así como vino caliente para luchar contra las gélidas temperaturas. En otra decena de plazas de la localidad gala se reparten pequeños productores autóctonos, el espacio de los Reyes Magos, el pueblo de los niños o el país invitado que, este año, es Bélgica.

Innsbruck (Austria)

Hasta el 21 o 23 de diciembre o el 6 de enero (según la zona de la ciudad)

La postal montañosa que rodea a la capital del Tirol abraza a los cinco mercadillos navideños que se celebran en Innsbruck. Los visitantes más tradicionales encontrarán en sus 'stands' adornos para vestir la casa en esta época o galletas, pero también hay opciones para aquellos que buscan algo más especial. Al lado del río Inn, en la Markplatz, se sitúa el espacio más fotografiado por las familias con niños que pueden disfrutar allí de horas y horas de diversión entre el carrusel gigante, el minizoo o el teatro de marionetas. Eso sí, los niños deberán antes despegar sus ojos del enorme abeto con cristales de Swarovski instalado en la zona. A 858 metros de altura de la ciudad austriaca, mientras, se instala el mercado panorámico Hungerburg en plena montaña a la que se accede vía funicular. Vayan abrigados para admirar unas vistas de cuento.

Montreux (Suiza)

Hasta el 24 de diciembre

A orillas del lago se extienden centenar y medio de cabañas donde comprar regalos originales con el sello de Montreux Noël. Pero el plus que ofrece esta feria se come y se bebe porque en muchas de esas casitas de madera se cocina una suculenta y contundente oferta gastronómica típica de la zona. Entre sus delicias aparecen salchichas, fondues y raclettes regadas por diferentes cervezas y el clásico vino caliente especiado (Glühwein) para recuperar fuerzas en el paseo. El mercado dispone de una carpa con mesas donde degustar con comodidad estas delicias antes de acercarse, por ejemplo, a otros rincones de la exclusiva ciudad suiza como el castillo de Chillon. El palacio retrocede a la Edad Media gracias a una compañía teatral que, entre malabares y burbujas de jabón, anima un mercado navideño de otra época.

Trento (Italia)

Hasta el 6 de enero

Tampoco se quedarán con hambre quienes paseen por la feria de Trento que, en el corazón de la plaza Fiera, abre una isla gastronómica con los sabores de la zona. Las especialidades toman forma de inevitables platos de pasta, dulces (trenza Mochena, strudel de manzana, chocolate caliente...) y creaciones para soportar mejor el frío como el tortel de patata, las bolas de masa hervida, el jamón ahumado o el queso de cabra. Con estas credenciales se presenta como uno de los mercados de Navidad más deliciosos de Europa aunque parte de su encanto reside también en los expositores y su entorno que trasladan al viajero a un cuento de hadas. Su agenda, pegada a la realidad de estas fechas, contempla conciertos, fiestas infantiles, lecturas o exposiciones de artesanía local que atrapan a vecinos y turistas.

Valkenburg (Holanda)

Hasta el 6 de enero

A 10 kilómetros de Maastricht, la localidad popular por el homónimo tratado europeo, se esconde el mercadillo de Valkenburg. Literal. Porque sus artículos se venden en el interior de la cueva de Fluweel que, además de convertirse en un centro comercial navideño, se puede disfrutar previo pago de la entrada como si fuera un museo al contener murales, esculturas y hasta una capilla del siglo XVIII. Se trata de la feria de Navidad bajo tierra en concreto, la gruta recorre el subsuelo del antiguo castillo de la urbe holandesa más grande y antigua del viejo continente. La atracción, no apta para claustrofóbicos, se completa cada miércoles y omingo con el desfile mágico de Santa Claus de protagonista que atraviesa el centro de la ciudad rodeado de carrozas y bailarines.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Compras en los mercadillos navideños más fascinantes