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elcorreo.com
Domingo, 7 de diciembre 2014, 19:38
El día de la boda siempre es especial. Nervios, sonrisas,... pero no todas las salen bien. Este es el caso de los jóvenes Qing Kao y Guo Chien en la ciudad china de Shenzhen. Qing, la novia de 26 años, decidió sorprender al que iba ... a ser su futuro marido. Y lo consiguió, aunque no en el sentido positivo. La joven se pintó canas y se maquilló para aparentar ser una anciana y así mismo se presentó a su boda.
El muchacho no dio crédito a lo que vio, se enfadó y decidió suspender las nupcias. Se marchó en un taxi a su casa y dejó a Qing plantada en el altar, lo que provocó un ataque de ansiedad en la joven.
Antes de eso, Guo le dijo a su pareja si esa era la ceremonia que «había soñado para su boda». «Esperaba un acto serio. Quiero que las fotos de boda luzcan como las de cualquier otra pareja», afirmó. Por su parte, Qing explicaba a la prensa que se trataba de una «prueba de lealtad» para saber hasta qué punto sería fiel, ya que «había estado con muchas mujeres».
«¿No me vas a amar cuando sea así? ¿Simplemente me vas a abandonar cuando envejezca?», gritaba entre sollozos y lágrimas la novia. Por lo pronto, Qing Kao no ha vuelto a hablar con el que iba a ser su marido.
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