Sopa y pan con queso y embutido, la cena de los Núñez en la cárcel

Los primeros detalles de estos grises momentos de la vida del constructor y su familia ya han visto la luz. Fuentes penintenciarias han contado a los medios cómo ha sido este trago y en qué condiciones vivirán las próximas semanas ambos condenados por sobornar a trabajadores de Hacienda para que hicieran la vista gorda con sus cuentas.

Y lo primero que ha trascendido es que padre e hijo duermen juntos. Lo hacen en una celda doble en el Departamento de Medidas de Seguridad (DMS), un recinto aislado del resto de la prisión y que está reservado para policías y miembros de la judicatura. Los Núñez han podido ingresar en este módulo gracias a la decisión de los responsables de la institución penitenciaria.

Estos han decidido curarse en salud y evitar su ingreso en la zona ordinaria para que no se produjeran situaciones desagradables, o lo que es lo mismo, para que no pudieran ser agredidos o acosados por el resto de reclusos al tratarse de personas de relevancia pública. Los internos de DMS, una veintena, llevan una vida aislada del resto de reclusos. No comparten con ellos ningún espacio común, ni el comedor ni el patio.

Nervios y frío

El hecho de que duerman juntos es parte de este particular privilegio que se les ha otorgado a padre e hijo. Porque mientras el resto de compañeros del módulo, una veintena, tienen celdas individuales, ellos comparten una más grande. La dirección de la prisión lo explica fácil: se les ha permitido compartir espacio en atención a sus vínculos familiares. También hay que decir que Núñez padre es un hombre ya mayor, de 83 años.

La noche del domingo al lunes ha sido la primera que han pasado ambos entre rejas. Y los nervios, dicen, eran evidentes. Sobre todo en el vástago. Núñez Navarro se ha mostrado bastante más inquieto que su progenitor, al que peinar canas le está sirviendo para mantener la calma y la paciencia.

Asimismo, ha trascendido cuál ha sido su primera comida dentro de la cárcel. Nada glamuroso ni especial. Ambos se ciñeron al menú del día que se sirve en la prisión. En esta ocasión estaba compuesto por sopa y pan con queso y embutido. Una opción sencilla y austera, propia del lugar en el que están, claro.

Después de llenarse el estómago, los Núñez pasaron a su celda para descansar. Sin embargo, no pudieron dormir a pierna suelta a juzgar por lo que han contado fuentes de la prisión. Al parecer, tanto el expresidente del Barça como su hijo se han quejado amargamente del frío que han pasado.

Tercer grado

Por otra parte, en un plazo máximo de dos meses la Junta de Tratamiento de la prisión de Quatre Camins deberá proceder a la clasificación penitenciaria de los dos y decidir si les concede el régimen abierto, con lo que solo estarían obligados a acudir a dormir a la prisión. La Junta de Tratamiento de la cárcel está integrada por juristas, psicólogos y técnicos médicos que clasifican a los internos en función de su actitud en el centro penitenciario y de sus circunstancias personales, han explicado fuentes penitenciarias.

Por ese motivo, lo más probable es que el padre, de 83 años, sea el primero en beneficiarse de un tercer grado penitenciario si la Junta de Tratamiento tiene en cuenta su avanzada edad. Asimismo, ambos podrían lograr la libertad condicional una vez cumplidas tres cuartas partes de su condena, poco más de seis meses en este caso, aunque para conseguir salir de prisión es necesario que primero hayan pasado una temporada en régimen abierto.