El secreto de la eterna juventud

Muchos han sido los expertos en estudiar la vida y costumbres de este peculiar pueblo, que algunos autores de libros denominan como uno de los "paraísos perdidos del Himalaya".

Los Hunza han llegado a traspasar la barrera de los 100 años, llegando a alcanzar los 120. Se bañan siempre con agua fría, aunque el mercurio marque varios grados bajo cero. Sus mujeres parecen jóvenes lozanas a la edad de 40 años y pasados los 60 siguen dando a luz a sus hijos.

¿Cuál es su secreto?

Una investigación del médico escocés Robert McCarrison basó sus estudios en la dieta de los hunza para averiguar el secreto de su longevidad. En verano comen frutas y verduras crudas, y en invierno albaricoques secos, granos germinados y queso de oveja. En general, no comen muchas proteínas y el aporte calórico diario no alcanza las 2000 calorías. Cocinan con poca sal y sus productos son naturales, sin químicos añadidos.

El clima no parece influir en su longevidad pues hay pueblos vecinos que, aunque viven bajo las mismas condiciones climáticas, no han alcanzado la esperanza de vida de los Hunza y padecen muchas más enfermedades que ellos.

Además de la dieta, una vida activa, trabajar, evitar el estrés y estar feliz ayuda a mantener un estado de bienestar, según cuentan los propios lugareños. Otro factor fundamental de su longevidad, de hecho, es el gran temple de los Hunzas, que jamás se alteran por nada, no discuten entre ellos y aguantan bien las adversidades.