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ELCORREO.COM
Martes, 2 de septiembre 2014, 09:03
Su currículo no tiene desperdicio. Sally Jones, británica y madre de dos hijos -de 14 y 10 años-, ha pasado de las vibrantes notas del rock, a ser una fan del espiritismo y la brujería, para acabar dentro del Isis. Bajo su nuevo nombre, Sakinah Hussain al-Britani, su imagen ataviada con un burka y un fúsil de asalto AK-47 ha dado la vuelta al mundo, y también sus tuits, en los que asegura que no dudará en decapitar a cualquier cristiano que se cruce en su camino con un "bonito y cortante cuchillo", además de alabar la figura de Osama Bin Laden.
Y no parece ser de broma. A sus 45 años, está casada con uno de los terroristas islámicos más buscados del momento, y sospechoso de ser el asesino del periodista norteamericano James Foley. Su esposo, Abu Hussain al-Britani también tiene Twitter, en el que llega a contar con más de 1.000 seguidores. Toda una locura. Su caso ha estremecido a toda a Inglaterra en el mismo momento en que David Cameron se afana en impedir el regreso de medio millar de yihadistas a sus fronteras.
La historia de Jones viene de lejos, y es que al parecer nunca fue una madre muy convencional. Desde Chatham, en el condado de Kent, donde vivía con sus pequeños, la recuerdan como una persona excéntrica. Aficionada a la magia negra y muy solitaria, sus antiguos vecinos, pese a todo, no dudan en destacar que se volcaba de lleno en la crianza de los niños, de los que en la actualidad se desconoce el paradero.
En su juventud, Jones se dedicaba a ir de gira por el sur de Inglaterra con una 'girlband' rockera, 'Krunch'. Su hermano, que presumía de sus actuaciones, ahora no entiende nada y se encuentra totalmente desconcertado ante la conversión de Jones. "Es un momento terrible y angustioso para la familia", reconoce el hermano. "Todo lo que sabemos es que se enamoró y decidió huir".
Pero lo peor no se lo lleva la rubia británica. Su marido, también natural de Gran Bretaña, donde fue detenido en varias ocasiones por ser hacker, huyó a Siria en compañía del ya famoso yihadista rapero Abdel-Majed Abdel Bary. Hace apenas un año, Sally Jones contactó con él por Internet, y a partir de ahí comenzó la locura. "Todo en ella era extremo", apunta uno de sus vecinos en Chatham, donde aún no acaban de creerse su última mutación. "Gritaba a todas las horas, especialmente a sus hijos. Tenía problemas con las deudas y desaparecía ocasionalmente, aunque siempre volvía. Tuvo una fase en que se creía una bruja, y otra en la que presumía de hablar con los espíritus. Era una auténtica pesadilla".
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