Dos hermanos de trece y siete años encuentran una cartera con 300 euros y se la devuelven a su dueño

Podían haber sido los 300 euros que necesitaba para cumplir su sueño de este verano de comprarse una tabla de surf y el traje de neopreno. Como llovido del cielo los encontró en un monedero en el polideportivo municipal de San Vicente de la Barquera, en Cantabria. Apenas sufrió unos segundos de tentación de quedárselo, porque inmediatamente se lo entregó al encargado de la instalación deportiva para devolvérselo a su dueño.

El joven Daniel Martínez Vélez, de 13 años de edad y estudiante que acaba de aprobar el primer curso de la ESO, se encontraba con su hermano Jorge, de 7 años, en el polideportivo barquereño al día siguiente de haberse celebrado la Cena de la Hermandad Coral, actividad que forma parte del Certamen de la Canción Marinera. El encargado de la instalación precisamente se encontraba recogiendo la basura acumulada cuando Dani se encontró un bulto negro entre las gradas, al que inicialmente dio una patada. Entonces se dio cuenta que se trataba de un monedero. Lo recogió, comprobando que en su interior había 300 euros en billetes y la documentación de su dueño.

Nada mas verlo reconoce que por un instante se le pasó por la cabeza quedarse con ello. "Solo fue un momento, de verdad, porque ví también que tenia documentos, por lo que pensé que se la tenia que devolver a su dueño, así que inmediatamente fui donde Gelo, el encargado del poli, para entregárselo".

Al mismo tiempo llamó a sus padres, Pepín y Susana, a los que contó el hallazgo y su entrega, recibiendo la aprobación de sus progenitores por su buena acción.

Agradecimiento y propina

Su propietario era un periodista local que había asistido a la cena del Certamen, por lo que fue sencillo localizarlo y entregarle su monedero. El dueño de la cartera mostró su agradecimiento y reconocimiento por la conducta de estos dos hermanos, que recibieron de sus manos una propina. "Estos chicos son un magnífico ejemplo para una sociedad muchas veces manchada por la conducta corrupta y avariciosa de algunos de sus dirigentes", señalaba su propietario, que ya lo daba por perdido, al menos el dinero.

Dani y Jorge reciben estos días la felicitación de los barquereños cuando se los encuentran en la calle. "Aunque algunos amigos me dicen que por qué no me quedé con el dinero", comenta Dani, que reconoce con orgullo que "yo se que hice lo que tenía que hacer".