El pueblo que quiere ser gay

Tienen sus propias discotecas, tiendas de ropa, estilos, cafeterías... incluso sus propios barrios. Aunque ahora puede ser que también dispongan de un pueblo solo para ellos. La localidad de Tilburg, en el sur de Holanda, está estudiando la creación de un poblado cerrado y enteramente para homosexuales.

El pueblo sería en exclusividad para las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, y tendría como principal objetivo "poder vivir con seguridad". Sería el primer municipio del país dedicado a este colectivo. Además, para poder saber qué opinan los ciudadanos al respecto se llevarán a cabo diferentes estudios para determinar si "hay suficiente interés", aunque las reacciones por las redes sociales no se han hecho esperar y no todas son favorables.

El diario holandés 'Brabants Dagblad ha querido recordar que Amsterdam está considerada como un lugar en el que los homosexuales se sienten cómodos, y que ya hay algunos lugares en Estados Unidos como Florida o Alabama que han impulsado poblados gays, mientras que en Francia el pasado año se establecieron los planes para crear el primero en ese país.

En España también

Un poco más cerca ya se dio un caso similar, en el año 2011, que finalmente no prosperó. El pueblo malagueño de Moclinejo quería ser un referente dentro del turismo homosexual. Por ello llevó a referéndum la creación de un barrio pintado de casas rosas y una zona de 'cruising' para mantener encuentros sexuales. Lo curioso del caso es que fue una idea del ayuntamiento del Partido Popular.

El 'Proyecto del Primer Pueblo Mundial de Turismo Gay' contaría con un complejo residencial para el colectivo homosexual, que en principio tendría cincuenta viviendas que se comercializaron en la feria Expogays. Así, la propuesta pasaba por la ejecución de seiscientas casas, el parque cerrado con un chiringuito para ligar, una residencia para la tercera edad para homosexuales y un museo del sexo. Todo un despliegue para, según Javier Checa, alcalde del municipio en ese momento, crear "una pequeña Ibiza gay". Su idea, pese a tener buena acogida en aquel momento, finalmente fue desechada ya que el propio edil se echó para atrás en algunos puntos que serían indispensables para llevar adelante la peculiar iniciativa.