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Miriam Cos
Miércoles, 11 de junio 2014, 00:14
Estos días se desataba la polémica en Vitoria. El alcalde, Javier Maroto, prohibía "bañarse vestido, ya sea en ropa interior, deportiva o con velo", obligando a los socorristas de las piscinas municipales a expulsar a cualquier persona que vulnere la nueva norma. "El que ... quiera bañarse vestido, al pantano", dijo textualmente. Todo viene dado por una fotografía que se propagó a través de las redes sociales, y en la que se podía ver a una mujer musulmana, completamente vestida y portando 'hiyab', dándose un baño junto a sus pequeños. Pero la intervención del edil alavés fue más allá. Indignado, calificaba de "intolerables" ese tipo de conductas. Ahora, el debate 'segregación VS. higiene' ha tomado las calles vascas. ¿Este tipo de normas discriminan a los afectados? ¿Es simplemente una cuestión de salubridad pública? ¿Cuál sería la solución?
No es la primera vez que un municipio decide acabar con los velos en las piscinas. En el año 2009, en Emerainville, un barrio a las afueras de París (Francia es uno de los países donde más controversia ha generado el burka), una mujer musulmana de 35 años acudía a su veraniego baño ataviada con un 'burkini'. La prenda, inventada hace años en Australia para acabar con el problema de las islámicas a la hora de darse un chapuzón, suele ser de neopreno o tejidos similares, y tapa todo el cuerpo, exceptuando las manos, los pies y la cara. Parece que este tipo de bañador sería suficiente para acallar quejas, pero la mujer fue expulsada de la piscina municipal. Indignada, acudió a la Policía acusando a los responsables de "segregación", pero uno de los agentes le rebatió que simplemente "era una cuestión de higiene". Pero, ¿sería el 'burkini' una solución en Euskadi?
En la nueva normativa implantada por Maroto se permite el acceso en las piscinas con ropa de neopreno o camisetas de licra. Son las únicas excepciones tras la oleada de velos, adolescentes con calzoncillos bajo el bañador y personas vestidas con ropa de calle que se han dado en las piscinas municipales de Vitoria. "Si a alguien no le gustan las normas, es muy sencillo, que no venga", zanjaba el edil vitoriano. Así, las musulmanas sí podrían entrar en las piscinas alavesas vestidas con sus coloridos y recatados burkinis.
En el caso de la capital vizcaína, el reglamento de Bilbao Kirolak establece la prohibición expresa de entrada a la zona de baño vestido con ropa o calzado de calle. La prohibición hace referencia tanto a las instalaciones descubiertas como climatizadas. Fuentes municipales han explicado que en Bilbao no ha habido ningún problema a lo largo de estos años respecto a este asunto.
En San Sebastián, la reglamentación sobre la vestimenta adecuada a utilizar en las piscinas municipales tan sólo indica que los usuarios deben utilizar bañador, sin especificar las características de la prenda. Una ambigüedad que, según han explicado fuentes municipales, el año pasado permitió a una mujer bañarse durante varios días de julio en una instalación municipal vestida con un "burkini" sin que nadie le llamara la atención a pesar de que esta prenda no resultó del agrado de algunos bañistas.
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