Una niña da de comer a unas gallinas.

Apadrina una gallina

El micromecenazgo o 'crowdfunding' emerge en España con campañas tan curiosas como el apadrinamiento de una palabra en peligro de extinción, el de una cepa, una gallina o el de un jamón

Miriam Cos

Sábado, 7 de junio 2014, 15:27

"Disponer de tu propia gallina ponedora como mascota tiene muchas ventajas. La gallina será feliz en tu jardín, es un animal que tradicionalmente ha vivido con los humanos, es fácil y barata de mantener y tendrás huevos frescos y gratuitos cada mañana para ti ... y tu familia". Así publicita sus servicios de micromecenazgo la empresa granadina 'Huertos de Ocio'. Y es que el mundo del apadrinamiento propiamente dicho ha dado un salto para ir más allá de las cuestiones humanitarias. Ahora todo es susceptible de ser apadrinado. A través del micromecenazgo o 'crowdfunding', las gallinas pueden tener un padrino, también las cepas del vino e incluso algún que otro edificio histórico.

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Esta técnica, de lo más antigua pero muy en boga en la actualidad, se nutre de la financiación por donativos para llevar a cabo sus objetivos. Ya no solo se trata de apadrinar una persona o incluso un animal, ahora se pueden financiar las nuevas ideas de emprendedores, empresas neonatas o discos de grupos musicales, libros... Todo lo imaginable. El mundo del micromecenazgo sin límites ha llegado a nuestras fronteras, y parece ser imparable.

Del jamón al universitario

Alimentar los apadrinamientos solidarios es importante, pero dar de comer al estómago puede llegar a serlo aun más. La empresa de la alpujarra granadina 'Jamones Abuxarra' se lanzó al mundo del micromecenazgo y ahora no hay quien la pare. Ofreció a sus clientes la posibilidad de apadrinar un jamón y vigilar desde cerca, durante 18 meses, la evolución de la 'criatura' hasta convertirse en manjar. "Fue una buena experiencia, pero los padrinos ya se han comido a sus ahijados", explica María José Cara, responsable del proyecto. Aunque esto no es un gran problema. Los que fueron padrinos, invitaron a la segunda generación a vivir la experiencia, y así sucesivamente. A través de videollamadas, Cara muestra los ahijados a sus futuros comensales, y también su evolución, que va siendo anotada en un cartilla.

Con la esencia de esta plataforma y siguiendo el mismo patrón nació Granadaimedia, un medio de comunicación ciudadano formado por periodistas relegados a las colas del paro. En su web, lanzan un mensaje a los lectores pidiendo donativos. "Tú colaboras con un medio independiente que privilegia la información que le interesa a tus vecinos", dicen.

Desde el mundo vinícola nos llega el apadrinamiento de cepas. La gente que siente predilección por los vinos caros y exclusivos pueden tener la tutela de una cepa concreta gracias a la Fundación Emilio Moro. Al igual que con el jamón, la cepa llevará el nombre del padrino, que podrá ver cómo se convierte en uva hasta, finalmente, probar el vino que ha salido de ella.

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Otro micromecenazgo, que puede llegar a ser una realidad, es el del apadrinamiento de un estudiante universitario. Entre los que se permiten el lujo del jamón, y los que necesitan de la gallina, nos encontramos con una generación de estudiantes que no pueden realizar las carreras con las que siempre han soñado por culpa de la sombra de la crisis, o mejor dicho, de su presencia en muchas de las casas de nuestro país.

La presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, Adelaida de la Calle, proponía, el pasado septiembre, la creación de una bolsa para apadrinar universitarios sin recursos. Según la presidenta y también rectora de la Universidad de Málaga, en las universidades "va a haber un desfase de matrículas" como consecuencia "de que hay mucha gente que no puede acceder por falta de la nota o relacionada con el dinero que dispone la familia". Ante esto asegura que hay una "respuesta ciudadana" de solidaridad.

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Palabras en peligro de extinción

El 'crowdfunding' suele sostenerse de bienes materiales, como los vecinos del también granadino pueblo de Laroles, que a través de la asociación 'El dragón mágico' ha convertido en realidad el proyecto 'El teatro entre todos'. Con la generosidad de los 800 vecinos y el apoyo de algún que otro sorprendente padrino, han construido un teatro al aire libre. Russel Crowe o el director Fernando Colomo son algunos de los personajes que han aportado dinero a esta causa.

Aunque otras veces, también se nutre de bienes intangibles, como las palabras en peligro de extinción. Simplemente dando el apoyo a la palabra en cuestión se podía conseguir que acabase en el olvido. A través de la página 'Reserva de Palabras', más de 21.000 personas apadrinaron un total de 10.000 vocablos. El más votado fue 'bochinche', un sinónimo de barullo, lío o enredo.

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