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miriam cos
Martes, 1 de abril 2014, 17:42
Acostumbrados a los típicos trajes de novia, los bodorrios por todo lo alto en hoteles y restaurantes de categoría, y a las celebraciones al más puro estilo español, cuando conocemos las culturas de otros países quedamos asombrados y extrañados a partes iguales. Por eso, y ... porque muchas veces queremos dar un toque de originalidad al día más importante de nuestra vida, os presentamos algunos de los rituales románticos que se realizan por el mundo.
A orillas del mar de Bali
El rito balinés es uno de los más exóticos y reclamados por muchos famosos, sobre todo a la hora de renovar votos, ya que no es válido a ojos de la ley. Lo ideal es que, por supuesto, se realice a orillas del mar de Bali. Los novios acudirán vestidos con los trajes típicos blancos, a veces incluso montados en elefante. Accederán al lugar a través de un pasillo colmado de pétalos de flores y después disfrutarán de bailes típicos del país. Aunque este es el rito conocido por los turistas, las tradiciones allí son mucho más arraigadas, con todo tipo de actos y banquetes asociados a la religión, obligatoria en Bali. Un ejemplo dentro del mundo del famoseo sería el de Paula Echevarría y David Bustamante, que renovaron sus votos con esta ceremonia en 2007, meses después de su boda oficial en Covadonga.
A lo Lauren Postigo
La imagen de Lauren Postigo casándose por el rito zulú dio la vuelta a España, y es que esta boda en los 90 tuvo mucha popularidad. Es propia de Sudáfrica, Zimbabue, Zambia y Mozambique y permite casarse con varias mujeres a la vez, aunque los extranjeros suelen usar este ritual para renovar sus votos por lo exótico del asunto. Por la mañana, la familia de la novia y ella, se acercan a casa de los futuros suegros, donde será tapada con una manta. Durante la propia ceremonia habrá cantos y danzas zulúes, en los que los participantes dan patadas al aire. Después de esto se hace un banquete, y la novia entrega la dote o regalos a su nueva familia. Cuando vaya a su nuevo hogar, ya como mujer casada, su suegra le frotará la piel con grasa de mantequilla para finalizar el ritual de ceremonia.
Invocando a la buena suerte
El ritual de boda hindú dura tres días en los que se pretende preparar a la pareja para la futura vida conjunta que les espera. Entre ritos y celebraciones, destaca el acto del 'mehndi', que se realiza la primera jornada, y por el cual se intenta embellecer a la novia lo máximo posible llenándole las extremidades de tatuajes de henna. Entre los dibujos, el novio tendrá que encontrar su propio nombre si quiere tener suerte en el futuro. En la ceremonia final, que dura dos horas, el novio desfila con su comitiva desde su casa hasta el templo, acompañado de sonidos de tambores y de la buena suerte. La novia acude en brazos, ya que está bendecida y no puede pisar el suelo. Después del ritual, como en todas las buenas celebraciones, el banquete y la música están asegurados.
Íntima con sabor a sake sagrado
La boda sintoísta, típica en Japón, se caracteriza por no ser una fiesta a la que acuda un gran número de personas, si no que como muchos desean, se da con unos pocos familiares en la intimidad. La novia, como aquí, irá vestida de blanco, eso sí, añadiendo una capucha blanca llamada 'wataboshi' que cubre el 'tsunokakushi', un elaborado peinado con un tocado que esconde los 'cuernos de los celos' de la novia, símbolo de su predisposición a convertirse en una esposa dulce y dispuesta. El novio siempre utiliza un kimono negro. Durante la ceremonia, además de los anillos, los novios intercambian el 'juzu', una especia de rosario. Tras sellar su amor, las 'miko' -equivalente a los monaguillos- reparten sake sagrado a los novios en tres cuencos diferentes, de los que tendrán que beber en un orden determinado. Con la llegada del banquete, los novios se ponen los trajes de boda típicos occidentales y escuchan las felicitaciones de sus amigos.
Un contrato con negociación
La ceremonia musulmana para darse el sí quiero es un tanto diferente a otras. Se celebra en una mezquita en la que los contrayentes frimarán el contrato por el que seguirán las leyes del Corán. Este contrato debe ser certificado por un tutor o 'Wali', que pronunciará unas palabras. Tras presentarse ante un 'sheikh' -equivalente a un juez-, se celebrará la fiesta por la unicón. La primera noche la novia se reúne con las mujeres, donde se pondrá un vestido 'caftan' y será tatuada con henna. A partir de la segunda noche comienza el banquete de boda.
Un ideal y un deber
Los judíos, pertenecientes a la religión más antigua, ven el rito del matrimonio como algo que está escrito y que debe suceder en sus vidas. Antiguamente, como en La India, las bodas eran concertadas, cosa que ha ido evolucionando con el tiempo. Durante la ceremonia en la sinagoga, la familia de los novios se coloca debajo de una especia de tienda llamado 'chuppah', que representa la casa en donde la pareja habitaba en tiempos antiguos. Tras intercambiarse anillos, los novios firman el contrato y lo leen en voz alta. En este texto se especifica el dinero que tendrá que pagar la mujer en el caso de querer divorciarse. Tras esto, escuchan las oraciones cubiertos con un mismo manto, tras lo que el novio rompe un vaso de un pisotón, lo que representa la destrucción del templo de Jerusalén. Antes del banquete se hace la 'challah', en la que se bendice una hogaza de pan como muestra de unión de las familias.
La unión de dos almas
Aunque parezca de ficción hay personas que deciden casarse por el rito Celta. Unido a la mitología y a las culturas irlandesa y escocesa, la naturaleza, la primavera, la luna y la fertilidad suelen ser elementos muy ligados a este tipo de culturas. En un altar en el que simbolicen los elementos de la naturaleza, así como el sol y la luna, el sacerdote, junto a los novios e invitados, honran a los presentes y a los que ya no están. Los novios dan un regalo a sus padres, dan gracias a las fuerzas que les ayudaron a crecer, a los espíritus de sus tierras, y colocan algo que simbolice su origen en el altar. Así, los sacerdotes unen su manos atándolas con un lazo, los novios presentan los anillos, que simbolizan la vida, y los colocan en el altar. Después encienden la vela del matrimonio y tras más ofrendas y bendiciones son rociados con pétalos de flores. Tras colocar una escoba en el suelo -simboliza la herramienta para limpiar lo viejo y dejar paso a lo nuevo-, los novios saltan sobre ella y después la novia limpia con ella lo viejo y malo de su alrededor.
Con un poco de rock and roll
La boda en Las Vegas es una de las más reclamadas por los modernos. Innumerables famosos han pasado por las vicarías de la ciudad de los casinos y el juego. Vestido de Elvis y Marylin, con ropa de calle, o con el traje de novia más pomposo del mundo, en este tipo de ritual no hay reglas, y en general el objetivo suele ser pasarlo bien y disfrutar. La ciudad está llena de pequeñas capillas que cobran alrededor de 300 dólares por la boda tradicional, algo más si se quiere temática.
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