Anticorrupción descarta finalmente recurrir la decisión de sentar a la infanta Cristina en el banquillo

El fiscal hasta ayer mismo sopesó dar un paso tan arriesgado como desesperado ante un auto de la Audiencia Provincial contra el que, en principio, no cabe ninguna apelación formal. Horrach estudió presentar un inusual y extremo recurso de súplica ante los magistrados Diego Gómez-Reino, Mónica de la Serna y Juan Jiménez, que el pasado viernes y por unanimidad dejaron abierta la puerta al juez José Castro para juzgar a la infanta por dos delitos fiscales. Sin embargo, finalmente sus superiores le convencieron de que una maniobra así no tendría sentido y le instaron a defender en la vista oral la denominada doctrina Botín, según la cual no se permite llevar adelante una vista oral solo por delitos fiscales si la Fiscalía y la supuesta víctima de ese delito, la Agencia Tributaria, no se sienten damnificadas por el supuesto desfalco al considerar que no existe ilícito.

Todas las fuentes consultadas insistían en que esta postrera maniobra del fiscal hibiera sido especialmente arriesgada porque los propios jueces pusieron el acento en su auto en el inusual papel de defensor de la infanta que él mismo se había arrogado. Además, supondría quemar de verdad el último cartucho porque si no le daban la razón, como era previsible, hubiera sido muy difícil volver a plantear la 'doctrina Botín' en las cuestiones previas de un hipotético juicio con Cristina de Borbón en el banquillo como imputada.