Rajoy y Merkel, un interés mutuo

El encuentro que mantienen en Santiago de Compostela gira en torno a un asunto prioritario: el trascendental Consejo Europeo del próximo sábado. En esa cita los líderes comunitarios deben cerrar el reparto de cargos en la nueva Comisión Europea. Se da por descontado que Rajoy aprovechará el encuentro con la canciller para gastar sus últimos cartuchos en favor de la candidatura del exministro Miguel Arias Cañete, al que el Ejecutivo quiere colocar en un puesto de responsabilidad del área económica.

Sin el apoyo explícito de Berlín, todo apunta a que España deberá conformarse con un Comisaría menor dentro del gabinete del conservador Jean Claude Juncker. El otro puesto al que aspira el Ejecutivo es la presidencia del Eurogrupo. El nombramiento de Luis de Guindos se da por cerrado salvo sorpresas de última hora, pero el ministro de Economía podría tener que esperar aún varios meses para tomar posesión del cargo si antes no dimite su actual dueño, el holandés Jeroen Dijsselbloe. También aquí la posición alemana resultará decisiva.

Por lo que respecta a Alemania, la canciller exhibe el caso español la prueba de que sus recetas de austeridad han funcionado. Frente al retroceso de las principales economías europeas en el segundo trimestre del año, incluida la caída en un 0,2% del Producto Interior Bruto alemán, España registró un crecimiento del 0,6%. «Aunque la locomotora germana se ha frenado en estos momentos Merkel puede presumir de que España es una historia de éxito», sostiene Ignacio Molina, investigador principal para Europa del Real Instituto Elcano. Añade que «para Alemania resulta muy importante poder decir que, a pesar de la parte dolorosa, su apuesta por la austeridad y las reformas era el camino a seguir».

Rajoy representa además uno de los apoyos más importantes de Merkel en el seno de la familia conservadora europea, a la que la canciller siempre ha otorgado una especial relevancia. De los otros grandes estados de la Unión Europea, Francia e Italia se encuentran a día de hoy gobernadas por socialdemócratas, mientras los conservadores británicos no forman parte del grupo del Partido Popular en la Eurocámara de Estrasburgo y cada día se encuentran más alejados del proceso de integración. De esta forma, sostiene Molina, «por afinidad ideológica en el próximo Consejo Europeo el mejor aliado de Merkel será Rajoy ».

Inmigración y energía

Al margen del Consejo Europeo, fuentes de Moncloa avanzaron que el jefe del Ejecutivo sacará a colación problemas como la inmigración ilegal y la interconexión energética del continente.

Respecto al primer asunto, Rajoy repetirá el mensaje de que las fronteras sur de España son también las de la Unión Europea y, por tanto, debe comprometerse a fondo en resguardarlas. En este sentido, España busca que Alemania apoye las iniciativas de los países mediterráneos para forzar una mayor implicación de los socios europeos.

La interconexión energética se presenta como a un tema de especial importancia para España, un país extremadamente dependiente en este ámbito debido a que Francia se ha opuesto hasta ahora a reforzar la interconexión gasística y eléctrica de la Península Ibérica con el continente. Sin embargo, la necesidad europea de dejar de depender del suministro ruso puede llevar a abrir una nueva vía de abastecimiento por occidente.

De darse este paso España jugará un papel clave dada su posición geoestratégica para recibir el gas de Argelia o por su capacidad para importar el gas licuado y regasificarlo después en plantas especializadas, un proceso del que es pionera. El apoyo alemán resulta esencial para vencer las reticencias de París y convencer a los socios europeos de que pongan el dinero para llevar a cabo el proyecto. De lograrse este objetivo, «España podría pasar a jugar el papel de potencia energética desde un punto de vista logístico», apunta Molina.

Según resume el investigador de Elcano, la complicidad entre los dos líderes será la tónica que guíe esta reunión de alto nivel hispano-germana. «Mientras que en los momentos más delicados de la crisis a España le interesaba aparecer junto a Alemania, ahora a Merkel también le viene bien figurar junto a Rajoy en su calidad de aliado en el sur y presidente de un país donde, a ojos alemanes, las cosas empiezan a ir bien», concluye Molina.