Debate de guante blanco con sutiles puñaladas

Sánchez, apoyado por una docena de aparatos regionales que habrían querido encumbrar a Susana Díaz al liderazgo del partido, ha tratado de librarse de la imagen de candidato teledirigido (hasta que la presidenta andaluza no se retiró de la contienda apenas contaba con el apoyo de algunos cuadros medios diseminados por toda España) y ha comenzando su intervención con esta frase: "Hace un año y medio no estaba en política". Eso le dibuja como un candidato libre de polvo y paja, aunque Sánchez tiene una larga trayectoria en el partido. Fue concejal en Madrid y trabajó a las ordenes de José Blanco en la secretaría de Organización.

Madina ha optado por la contraria. "Me presento porque ya conocía al verdadero PSOE y sus valores -ha dicho- (...), los de los que pagaron un alto precio por pertenecer a este partido. Soy un socialista vasco". Pero, sobre todo, se ha erigido en la voz del militante, algo que a Sánchez le incomoda y bien lo ha demostrado. "Puse mi cara porque vosotros votarais", ha dicho Madina . "La democracia es patrimonio de todos y todas -ha replicado Sánchez en cuanto ha tenido oportunidad-. Un militante un voto no solo se produce como consecuencia de petición de un compañero, (...) es un gran éxito de todos".

Pérez Tapias, cómodo en su papel de 'outsider', ha comenzado saludando en castellano, catalán, euskera y gallego y ha lanzado un mensaje claro: que él sólo quiere "reconstruir el partido" y que se pone al servicio de una ambición colectiva, pero que no tiene intención alguna de ser candidato a la presidencia del Gobierno. Es, de hecho, el único de los tres que no quiere ese puesto. Madina tampoco en caso de no ganar el día 13, pero si gana es seguro que concurrirá.

Si algo han podido sacar en claro el centenar de militantes que han seguido desde la sede de Ferraz el debate (y quienes lo hayan visto a través de la web del partido) es que habrá primarias abiertas en noviembre, sí o sí. Sánchez no había sido nada claro hasta ahora a ese respecto pero finalmente se ha mojado.

Discrepancias

Las discrepancias se limitan a pocos asuntos. Pedro Sánchez propone acabar con los aforamientos de los parlamentarios, Eduardo Madina sostiene con vehemencia que la función parlamentaria "merece ser protegida". "Si defiendo a trabajadores y un sindicato de derecha me quiere meter una querella tengo que estar protegido", ha dicho.

Tapias, por su parte, discrepa con los dos anteriores respecto al momento en el que un cargo acusado de corrupción debe ser apartado; el PSOE en su conjunto propone que sea a partir del momento en el que se abre el juicio oral, él cree que ha de ser desde el mismo momento de la imputación. Y también ha sido el único crítico con la posición del PSOE andaluz, al que pertenece, respecto al caso de los falsos ERE. Faltó, a su juicio, asumir responsabilidades políticas.

También hay diferencias de matiz respecto a las incompatibilidades de los políticos una vez dejan el cargo. Sánchez y Tapias han sido radicales en contra de las "puertas giratorias". Madina ha pedido introducir a ese debate la "temperatura legislativa perfecta" para que tampoco se condene a nadie "a la muerte laboral después de haber prestado un servicio publico" y "para que la política pueda atraer talento".

En asuntos como la respuesta a Cataluña las posiciones están claras. Pérez Tapias es el único que defiende una consulta no decisoria para tomar el pulso a los catalanes de cara a una reforma constitucional. Madina y Sánchez se atienen a la propuesta federalista, pero se han lanzado duros reproches por sus mutuos patinazos en este terreno. Sánchez ha acusado a Madina de ser partidario del referéndum, y Madina a Sánchez de incongruente. "Yo no voy a entrar en una discusión sobre el perímetro de la naciones y las fronteras ningún día de la semana. No voy a decir que España es una nación los lunes y dos naciones los jueves, voy a decir siempre lo mismo".

Los grandes errores

También se han definido los tres candidatos en su respuesta a una pregunta de una militante invitada por Tapias sobre los tres grandes errores cometidos por el PSOE. Sánchez ha hablado del complejo y la autoflagelación, la reforma fiscal de Zapatero, el indulto al banquero Alfredo Sáenz y el nombramiento de un socialista, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, como gobernador del Banco de España. Madina se ha centrado en otros asuntos: que no se prohibiera a los altos cargos la presencia en las cajas de ahorros que comercializaron preferentes y no permitieron la dación en pago; la no aprobación de la prometida ley de igualdad de trato y no haber derogado los acuerdos con la Santa Sede. Y Tapias es el único que ha incluido errores cometidos por la actual dirección del partido: la modificacion exprés del artículo 135 de la Constitución (esta en la época de Zapatero) que sacralizó el equilibrio presupuestario y supone "una piedra de molino atada -ha dicho- al cuello del Estado social"; no haber pedido con suficiente credibilidad una comisión de investigación sobre Bankia, y el caso de Ponferrada, la alianza con el condenado por el caso Nevenka, de acoso sexual, para ganarse el Ayuntamiento.

En general, ha sido un debate elegante. Y todos han aludido a la necesidad de unidad, aunque sólo Pedro Sánchez se ha comprometido a incluir a sus rivales en su futura ejecutiva. Madina, por su parte, se ha limitado a asegurar que su ejecutiva estará formada por gente que "se lo sabe" y es competente en sus diversas áreas.