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Miriam Cos
Viernes, 4 de abril 2014, 11:38
Esperanza Aguirre nunca deja indiferente a nadie. La expresidenta de la Comunidad de Madrid se dio ayer a la fuga cuando iba a ser multada por aparcar su vehículo en un carril bus, en plena Gran Vía de la capital, y en su huida ... al volante golpeó y tiró al suelo la moto de un agente del Ayuntamiento de la capital. "Multita y bronquita, ¿no?", espetó la 'lideresa' del PP, que según sus palabras había dejado su vehículo "solo un minuto" en la zona prohibida para sacar dinero de un cajero. "Lo único que querían era una foto multándome", proclamó tras salir rauda y veloz hacia su domicilio, perseguida por varios agentes y una patrulla de la Policía Municipal. Todo acabó con una nueva bronca frente a su garaje particular y una denuncia en comisaría.
La presidenta del PP de Madrid se suma así a los múltiples cargos de su partido que han salido a la palestra por sus problemas con el tráfico: desde excesos de velocidad a conducción bajo los efectos del alcohol, pasando por accidentes tan espectaculares como el que estuvo a punto de costarle la vida a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.
El lío más reciente data del 31 de enero. La concejal de Seguridad en el Ayuntamiento de Córdoba, Carmen Sousa, estrellaba ese día un coche camuflado de la Policía Municipal que utilizaba para fines privados. Según denunció el portavoz municipal de IU, el vehículo propiedad del Consistorio lo usa la edil del PP "desde hace aproximadamente un año, tanto para desplazamientos con relación a su actividad como, según parece, para desplazamientos privados o particulares". "Con carácter general y en contra de lo que establece el protocolo de Policía Local, el automóvil no está estacionado por la noche en el aparcamiento de la jefatura de Policía", añadió. Sousa tachó de "patético y ruin" al concejal de Izquierda Unida y lo negó todo.
El pasado diciembre, la concejal de Servicios Sociales del municipio madrileño de Alcorcón, María Pilar Araque Leal, arrolló con su vehículo a una mujer de 78 años, a la que hirió de gravedad, mientras conducía ebria. La edil del PP, que dio una tasa de alcohol en sangre de 0,70 miligramos por litro de aire respirado, cuando el máximo permitido es 0,25, quedó en libertad con cargos tras pasar varias horas detenida, y se enfrenta a entre tres y seis meses de prisión, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de la privación del carné de conducir de uno a cuatro años. Y otro de tres a seis meses de prisión por las lesiones. Todo esto sucedió el día antes de Nochebuena a las seis y media de la tarde. volante.
Lo de la delegada de Gobierno, Cristina Cifuentes, fue 'vox populi'. Un accidente en moto en la capital casi le cuesta la vida. Un traumatismo torácico grave la mantuvo con ventilación mecánica durante varios días y fue intervenida para cerrar una arteria dañada. Un mes después volvía al trabajo con fuerzas, y vida, renovadas.
Poco antes de esto, en mayo del año pasado, el exportavoz del Gobierno de Aznar Miguel Ángel Rodríguez era detenido por cuadriplicar la tasa de alcohol al volante también en Madrid. La 'borrachera' hizo que el exsecretario de Estado de Comunicación, ahora tertuliano en algunas cadenas televisivas, se chocase contra tres coches estacionados cerca del Retiro. En su momento, la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Tráfico (DIA) expresaba su estupor tras conocer la noticia. "Parece mentira que un personaje público y que ha tenido una gran responsabilidad dé este ejemplo. No puede ser. Las consecuencias de sus actos podrían haber sido gravísimas", sentenciaba Francisco Canes, presidente de DIA. Por su parte, Rodríguez aseguraba sentirse avergonzado y pedía perdón por el incidente.
La lista sigue creciendo. En el año 2012, Ángel Carromero, vicesecretario de Nuevas Generaciones del Partido Popular, se pasaba de velocidad y perdía el control de su vehículo en Cuba, lo que causó la muerte de los opositores al régimen castrista Oswaldo Payá y Harold Cepero, que viajaban con él. Tras ser extraditado, cumple una pena de prisión en España -el Tribunal Provincial de Granma, en Cuba, le condenó a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario-, aunque ha pedido el indulto al Gobierno. No era la primera vez que se las veía con Tráfico. Carromero, de 27 años, llegaba a acumular un total de 42 multas de tráfico desde 2009, tres de ellas por exceso de velocidad, por las que había tenido que abonar 3.700 euros en multas. El Tribunal Provincial de Granma, en Cuba, le condenó a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario.
Por último, Ignacio Uriarte, entonces presidente de Nuevas Generaciones del PP, embestía en 2010 un vehículo que estaba parado en un semáforo en Madrid mientras doblaba la tasa de alcoholemia. Por suerte, todos los implicados salieron ilesos, pero Uriarte dimitía de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso al ser acusado de "un supuesto delito contra la seguridad vial por conducir ebrio".
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