Josu García
Viernes, 10 de octubre 2014, 18:55
Desembarca el otoño en nuestras sierras y llega un momento especial para vivir la bicicleta de montaña. Los días aún son relativamente largos y, aunque las mañanas resultan frescas, la temperatura templa a partir de mediodía. La ruta que hoy os proponemos atraviesa uno de ... esos parajes únicos, una de esas selvas arbóreas que nos permiten disfrutar de la característica sinfonía de colores propia de la estación en la que acabamos de entrar. Nos aguarda el hayedo Las Pisas, que nos espera en la comarca burgalesa de Las Merindades, con sus robustos ejemplares que estiran sus ramas hacia el cielo, su suelo marrón alfombrado por la hojarasca, sus cascadas milenarias y sus angostos pero rápidos senderos de bajada. Una excursión larga (casi 60 kilómetros) y con cierta exigencia física, pero con un marcado regusto a naturaleza en estado puro.
Publicidad
Arranca la jornada en la localidad de Cigüenza, muy cerca de Villarcayo (a una hora en coche de Bilbao y hora y media desde Vitoria). Nada más cruzar el puente sobre el Nela tomamos un camino que gira a la izquierda y comenzamos a remontar el río en paralelo. La pista se convierte pronto, tras pasar por debajo de uno de los abandonados viaductos ferroviarios de la vieja Santander-Mediterráneo, en un estrecho sendero de ribera. Precioso lugar para la mountain bike. Serpenteamos entre árboles, con un pedaleo fácil y un paisaje demoledoramente bello.
Paladeamos este paisaje fluvial por unos cuantos kilómetros hasta el pequeño pueblo de Escaño (antes hemos pasado muy cerca de los núcleos urbanos de Tubilla y Escanduso). Aquí podremos observar la pequeña, coqueta y vieja estación, aún en pie, de la citada línea férrea. Cambiamos de tercio y tomamos una pequeña carretera vecinal (repleta de baches y sin tráfico) para arribar a la aldea de Nela. Desde aquí volvemos a coger una pista que coquetea con el río, siempre omnipresente en esta primera parte de la ruta. El camino nos conduce a las afueras de Puentedey, parada obligatoria para contemplar su famosa gruta natural.
A partir de aquí damos un giro de 180 grados y, aunque no volvemos grupas exactamente sobre nuestras pasos, retrocedemos pero por otro camino que va por la otra margen del Nela. Volveremos atrás sólo 3 kilómetros para llegar a Brizuela. Una cuidada pedanía que tiene una estación de tren perfectamente restaurada. Allí podemos sentarnos a tomar algo y recuperar fuerzas. Todavía quedan algunos raíles de la desmantelada línea que aspiraba a unir el Cantábrico y el Mediterráneo.
A partir de aquí comienza la primera gran subida del día. Serán casi 5 kilómetros para salvar un desnivel de 400 metros, llegando casi a los 1.100 metros de altitud. El ascenso se hace duro al comienzo, ya que remontamos una pista con mucha piedra suelta y desprovista de abrigo. Si sopla el viento tendremos un problema. La cosa mejora a partir del segundo kilómetro. Nos adentramos en un bosque de robles y encinas y estamos más protegidos. La parte final de la ascensión nos llevará a pedalear junto a un parque eólico de enormes aerogeneradores. Verdaderos colosos de acero.
Publicidad
Tras un rápido descenso llegamos a la carretera que conduce a Cubillos del Rojo. No entraremos en el pueblo, sino que poco antes de arribar nos adentraremos en un bosque vetusto, repleto de humedad y líquenes en los troncos. Un robledal que ofrece una imagen fantasmagórica, con cientos de ramas sin hojas que caen desde el cielo. El terreno pica hacia abajo por lo que pedaleamos con facilidad. El paraje es solitario. Si acaso, te puedes topar con algún buscador de setas. Tras 8 kilómetros por este terreno desembocamos en una vieja carretera que nos conducirá a un alto. La subida es muy llevadera, aunque ya llevamos una buena kilometrada en las piernas. Desde la cima de este pequeño promontorio veremos el pueblo de Soncillo.
En lugar de seguir por la carretera, decidimos probar suerte y recorrer una vieja calzada medieval que se abre a nuestra derecha. El resultado es un descenso bello y rápido hasta la localidad. Allí podremos ver la interesante iglesia parroquial de San Cosme y San Damián.
Publicidad
Pedalear entre un manto de hojarasca
Abandonamos sus calles y enfilamos ya el camino hacia Las Pisas. El hayedo aparece tras un giro inesperado de la carretera. Penetramos en un paraje sombrío y húmedo. El otoño se palpa en el ambiente. El manto de hojarasca es denso. La tierra se ha convertido en turba negra y muchas ramas caídas durante el verano se pudren en los rincones. El bosque está silencioso. Parece que durmiera a la espera del duro invierno que está por venir. En un lugar donde se pueden registrar temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, la naturaleza no perdona. Notamos un intenso frescor. La sensación térmica es entre 2 y 4 grados más baja que fuera.
Recorremos el camino que dibujan las hojas secas en sentido de bajada. Así que no hay más que dejarse caer y abrir bien los ojos a nuestro alrededor. En algún claro podemos detenernos y contemplar como las hojas se van desprendiendo suavemente de los árboles. Caen con calma, sin prisa... Su descenso sólo se acelera cuando el viento hace su aparición. La traca final llega con la cascada que se ubica en Las Pisas y que es muy conocida. Con todo, el otoño no es el mejor momento para contemplarla, sobre todo si el verano ha sido seco. Es mejor venir en primavera, cuando el deshielo surte de gran cantidad de agua fresca al caño.
Publicidad
A la salida de Las Pisas seguiremos un camino en descenso hacia Quintanabaldo. En este punto cogeremos carretera para no alargar demasiado la excursión. De vuelta en Puentedey, volveremos a pasar por Brizuela y Escaño, donde finalmente enlazaremos con el sendero del principio del día (aunque en sentido contrario) para poner el broche a la jornada y poner pie y medio en Cigüenza.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.