Miriam Cos
Jueves, 24 de julio 2014, 12:22
Como cada año por estas fechas, Aixerrota se llenará este viernes de personas a la búsqueda de la mejor paella. Punta Galea reunirá en las campas entre el molino y el cementerio a cientos de adictos a los mejores arroces en la 59 edición del ... Concurso Internacional de paellas, realizando platos ingeniosos con las mejores decoraciones posibles. Ganar no es fácil, pero la diversión está asegurada.
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Dicen que las mejores paellas se cocinan en Aixerrota, y no es para menos. Algunos de los grupos, con décadas de participación a sus espaldas, saben muy bien cuáles son los trucos perfectos a la hora de realizar uno de estos platos al aire libre. Todo tiene su intríngulis. Mikel Izkoa lleva casi diez años presentándose al concurso con su cuadrilla de Algorta, Txindaskitz. Aunque nunca han llegado a ganar, ya que es bastante complicado, no bajan de los 20 primeros puestos. "Lo principal es tener un buen producto. Para hacer bien la paella hay que conseguir unas buenas brasas, en un agujero cavado en la tierra y que duren mientras se hace. Nivelar bien la paellera para conseguir que el arroz quede bien hecho por todos lados también es importante, al igual que respetar las cantidades de arroz y de agua para que el grano quede bien hecho, sin que se pase ni quede aguada", explica. Y es que lo de las brasas es muy importante. No es lo mismo cocinar en los fogones de casa, que en el campo con las inclemencias del tiempo y el paso de la gente. Que la paellera no de directamente al fuego también es un punto a tener en cuenta, lo mejor es usar un pedestal para levantarla. Luego todo viene solo. Las medidas y el fundamento como en casa.
La Gabarra con langostinos
Pero no todo se basa en la textura del plato o en su sabor. Desde hace años, las paellas se rematan con pequeñas esculturas comestibles representando lugares o edificios típicos de Bizkaia. Izkoa es el encargado de realizar esta especie de centros de mesa para su grupo, algo que le lleva muchas horas desde días antes del concurso. "La decoración es de temática libre, lo único que se pide es que esté hecha con material comestible: pimientos, pan, zanahoria", comenta. Junto a los arroces se realizan increíbles obras de arte a base de terrones de azúcar imitando ladrillos, perejil haciendo de hierba o macarrones para simular madera. "Es un trabajo que se realiza con paciencia pero con ilusión para poder conseguir algo más de puntuación para la paella", sentencia Izkoa.
Olatz, vecina de Algorta y habitual como curiosa del concurso, destaca el gran trabajo de los concursantes a la hora de la realización de las decoraciones. "He llegado a ver algunas que tenían luz. El año pasado un grupo creó San Mamés, con el arco y todo", comenta fascinada. Izkoa ha realizado figuras como la Gabarra del Athletic, "la hice con langostinos", o el molino de Aixerrota, que lo presentó el año pasado.
El viernes, la fiesta se alargará durante todo el día. Aderezada con cantos y bailes populares, los curiosos que se acerquen a Aixerrota podrán hacer buena cuenta de los arroces, y los concursantes pasarán un día de risas y diversión junto a todos sus amigos tras un largo año de espera. Y es que Izkoa lo tiene muy claro: "Es la mejor fiesta del mundo".
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