Un esquí de mucha clase en Grandvalira

Por eso, los dominios no dejan de inventar nuevos retos con los que poder diferenciarse del resto, seduciendo a los aficionados a los deportes de invierno. Es lo que ocurre en Grandvalira, donde recorrer sus instalaciones parece tarea imposible más de 200 kilómetros de extensión- y las oportunidades para disfrutarlo parecen no acabarse nunca.

Una de las joyas de esta gran estación andorrana son sus escuelas de esquí, donde no hace mucho tiempo que se cuenta con una novedad importante. Conocida como Top Class, está revolucionando la manera de aprender o perfeccionar el esquí. La actividad, que se encuentra dirigida tanto a aquellos usuarios que dan sus primeros pasos sobre la nieve como a los que se manejan con total soltura, permite contar con un monitor de máximo nivel que te acompañará durante toda la estancia.

Contratándolo, será posible descubrir todos los rincones imprescindibles de Grandvalira, tanto en el mundo del esquí como en el snowboard. Además, los clientes tendrán derechos especiales, como la entrada a vestuarios, lounge, esquís de test, reserva preferente en puntos de restauración del centro andorrano, realizar grabaciones y vídeo corrección y hasta un servicio de traslado del hotel y aeropuerto. No es de extrañar, pues, que el servicio tenga tal denominación, ya que cuenta con todo lujo de detalles.

Quienes prefieren la práctica de un deporte extremo y de aventura como es el freeride, más de moda que nunca, también tendrán la opción de deslizarse sobre la mejor nieve virgen, fuera de pista y con saltos espectaculares junto a uno de los monitores de Top Class. Esta disciplina, muy al alza en el dominio del Principado, cuenta con las zonas de Encampadana y Pic Blanc.

Incluso los niños también cuentan con un programa específico, siempre que se encuentren, eso sí, entre los 3 y 12 años de edad. Se trata de cursos divertidos con los que es posible aprender a esquiar de la forma más divertida.