Chávez y el 'Che' se quedan sin perfume

La satisfacción de los directivos de Labiofam, el laboratorio que produce las colonias, recibió un balde de agua fría con la dura censura de la nota del Gabinete presidido por Raúl Castro. «Los pormenores de esta acción irresponsable fueron analizados a fondo en la noche del viernes con el director de la empresa y los funcionarios que presentaron el producto, aún en fase de desarrollo, por lo que no está producido comercialmente ni, mucho menos, registrado», señala el texto.

La nota agrega que «quedó establecido que no es cierto que los familiares del 'Che' y de Chávez hubiesen aprobado semejante utilización de sus nombres». Un hecho que deja en evidencia al bioquímico Mario Valdés, director del equipo que diseñó los perfumes, que afirmó que contaban con la aprobación de las respectivas familias.

Labiofam no tuvo problema cuando este año comercializó el perfume 'Lina-, como homenaje a la madre de Fidel y Raúl Castro. Tampoco pasó nada con 'Celia', la guerrillera que estuvo hasta su muerte cerca de Fidel; ni con 'Alejandro', el segundo nombre del retirado exgobernante, o con 'Habana'. Y tampoco nadie se quejó por la línea de productos de cosmética 'Alicia', que homenajea a la primera bailarina absoluta Alicia Alonso.

Para 'Hugo' y 'Ernesto' Labiofam siguió los procedimientos: compró las esencias en Francia y trabajó durante más de un año para dar con la fórmula perfecta. Es el mayor laboratorio de Cuba, que produce más del 98% de los medicamentos de uso nacional y también exporta. Investiga y fabrica bioplaguicidas, yogures probióticos, suplementos dietéticos y de cosmética, así como preparados homeopáticos para veterinaria y para uso humano, como el famoso veneno de escorpión azul 'Vidatox-30CH', un bioterapéutico que alivia o retarda los efectos de algunos tipos de cáncer.

«Masculinidad y fortaleza»

Los perfumes 'Hugo' y 'Ernesto' -para seleccionar el nombre se consultó con 122 personas- se vendían en los stands del Congreso en frascos de 30 ml a 60 pesos cubanos, es decir, dos euros. Aún estaba pendiente terminar el proceso de registro y estaba previsto que comenzaran a comercializarse en un año. Sus creadores consideraron que ambas fragancias eran apropiadas para identificar aromas que desprenden «masculinidad, osadía y fortaleza», señaló la licenciada María Emma en su presentación.

Por su parte, el licenciado Valdés había asegurado que «no queríamos crear propaganda, sino rendirles homenaje y contribuir a que sus nombres perduren». También afirmó que «las personas asociaban estos olores a estas personalidades de la historia de América Latina». Sus buenas intenciones están aseguradas, pero el tiro les ha salido por la culata.

El Gobierno pide proyectos y quiere que las empresas no estén esperando las «orientaciones de arriba», pero en esta ocasión la iniciativa ha pasado una factura cuyo precio todavía está por ver. «Es una medida extremista», comentó a este diario una lectora de 'Granma'.