Isabel Preysler hace 31 años y ahora.

Isabel Preysler: los 64 años de una eterna joven

La reina de corazones, alejada de los focos tras la muerte de Miguel Boyer, lanza su propia línea de cosmética, ayuna una vez a la semana y confiesa su único vicio: una onza de chocolate al día

Virginia Melchor

Miércoles, 18 de febrero 2015, 16:58

Isabel Preysler cumple este miércoles 64 años, aunque parezca una veinteañera. Lo de que por ella no pasa el tiempo ha dejado de ser novedad. Lo sorprendente es que hemos tenido que esperar más de seis décadas para descubrir su secreto mejor guardado, que levanta ... más interés que la fórmula de la Coca Cola. No son los pinchazos milagrosos del doctor Chams, ni una privilegiada herencia genética de componente oriental. Ahora resulta que la pócima de la eterna juventud de la reina de corazones son unas cremas de menos de 50 euros. Cuando está en edad de pensar en la jubilación, va y se reinventa. No ha prestado su imagen para una marca, como el resto de famosas, sino que ha creado la suya propia. Más de un año le ha llevado elaborar My Cream junto a un prestigioso laboratorio dermatológico español y su hija Ana, que se ha encargado de la parte "pesada", es decir, la puramente empresarial. "Miguel (Boyer) vivió el inicio de mi proyecto y seguro que estaría contento de ver que por fin es una realidad", afirmó el martes en alusión a su fallecido esposo durante la presentación de su primera firma cosmética, a la que acudió impecablemente vestida con blazer de color marfil y ribete negro, pantalones oscuros y taconazos de infarto.

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Dos meses le costó a Isabel retomar su agenda oficial tras la muerte de Miguel Boyer, el pasado 29 de septiembre. Se enclaustró en casa para sobreponerse a la dura pérdida de su marido, con quien estuvo casada más de 26 años. "Hacemos esfuerzos por seguir adelante. Veo a Ana que lucha y, ¿cómo no lo voy a hacer yo?", aseguró durante la presentación de su cremas. Ya había reaparecido en diciembre, como no, en un 'photocall', radiante, aunque más delgada y sin romance a la vista. Su hija Tamara se encargó de aclarar que Florentino Pérez y su madre sólo son amigos, aunque el rumor sobre el presunto noviazgo dio para muchas bromas en el grupo de 'whatsapp' que comparte la familia. El más emocionado con el supuesto idilio fue Julio José, ferviente seguidor del Real Madrid, que ya se imaginaba agitando la bandera en el palco vip. Pero todo quedó en una bonita amistad.

Detesta el Photoshop

Isabel lleva ahora una vida mucho más tranquila, alejada de los focos y volcada en su familia. No bebe ni fuma. Su único vicio es una onza de chocolate al día. Para algo ayuna una vez a la semana. Sale a andar habitualmente y tiene un entrenador personal que le obliga a hacer ejercicio. "Si no fuese por él... porque no es algo que me encante". A sus 64 años, la porcelanosa reina del corazón está mucho más guapa y tersa que cuando tenía veinte años menos. Dicen que es exigente consigo misma y muy perfeccionista. Pide ver las fotos de sus exclusivas antes de que se publiquen en las revistas y supervisa las imágenes en sus actos de promoción. Eso sí, detesta el Photoshop. "Estoy en contra de él. No saben tratar la piel. Que te retoquen un poco no está mal, pero a veces hacen barbaridades y yo me enfado mucho." Lo dice por experiencia. Volvió a su época de quinceañera en la portada del 'Hola' que protagonizó junto a Carmen Martínez Bordiú para celebrar el 70 aniversario de la publicación. Sus retoques estéticos llamaron la atención de los tuiteros, que se preguntaron alarmados si el próximo número de la revista iba a "mostrar a Isabel en el vientre materno". Quizá ahora las que obren el milagro sean sus cremas. El éxito les viene de cuna. Solo les falta un eslogan potente: "Hoy nos limpiamos con Isabel" o "Cuatro décadas de buena cara". Este es el tiempo que lleva la reina de la crónica social siendo la que mejor se vende.

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