George Clooney y Amal Alamuddin, en la alfombra roja de los Globos de Oro.

Famosos reconvertidos en 'maridos de'

Virginia Melchor

Sábado, 7 de febrero 2015, 00:56

Asegurar que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer suaviza el machismo de pensar que son ellos los únicos importantes, pero la verdad es que, connotaciones al margen, la frase está pasada de moda. Hoy, son muchas las mujeres que podían vivir ... a la sombra de sus famosos maridos pero a las que sus méritos profesionales les llevan a acaparar la atención de la prensa y de la opinión pública. Directoras de ópera, abogadas o ingenieras ganan terreno a las novias florero de 'photocall'. Y ellos, claro está, aceptan la proyección pública de sus parejas y apoyan su éxito, aunque les roben el protagonismo.

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Cuatro días de fiesta, menú con derroche de langosta en un resort de lujo y una interminable lista de invitados. Si fuese la boda de la vecina del quinto, se entenderían los corrillos en la escalera, pero si el que se casa es un actor, la parafernalia está y se la espera. En su paseo en góndola por los canales venecianos se dirigían al altar y no a una entrevista de trabajo. George Clooney, el solterón de Hollywood con fama de irresistible, se casó el pasado mes de septiembre con la reconocida abogada de derechos humanos Amal Alamuddin. El actor dio el 'sí quiero' en una elitista ceremonia a su nueva condición de 'marido de'. "Amal, cualquiera que fuese la alquimia que nos unió, no puedo estar más orgulloso de ser tu esposo", presumió en los Globos de Oro. Y la verdad es que todavía hoy la atención de los curiosos sigue centrada en el currículo de su mujer.

Quien importa no es él ni sus películas, sino ella y sus casos. La presencia de Amal la pasada semana en el Tribunal de Estrasburgo, donde reclamó que se condenase al líder del Partido de los Trabajadores turco, Dogu Perincek, por haber negado el genocidio armenio, causó gran expectación. La joven de 36 años que ha hecho recular al actor en su decisión de no volverse a casar, después de su matrimonio fallido con Talia Blasam, se ha formado en las universidades de Oxford y Nueva York y ha trabajado como analista para las Naciones Unidas, además de haber sido consultora en las crisis de Siria y Líbano. El representante de Clooney tuvo que desmentir la pasada semana las informaciones de una revista sobre "un divorcio de doscientos millones de dólares". El actor sigue enamorado de una mujer que, según la revista 'Time', "si fuese americana, podría derrotar a Hillary Cliton como presidenta". Aunque seguramente prefiera marcarse antes un objetivo casi igual de utópico: ser la única que dure más de dos años en la vida de Clooney.

Otro caso más cercano de 'celebrity' con toga es el de Lourdes Montes, de 31 años, que obró el milagro al meter en cintura a Francisco Rivera Ordóñez. Se casó con el torero por la Iglesia en julio del año pasado y ahora esperan su primer hijo para el próximo verano. La guapa sevillana estudió Derecho "porque no sabía qué hacer y en mi casa hay muchos abogados". Sin embargo, lo suyo era el diseño de ropa. "Es lo que desde chica veía en el taller de mi abuela y me encantaba la ilusión de las novias, las pruebas...". Hoy Lourdes dirige su propio taller de moda nupcial y cuenta con un blog en '¡Hola!' titulado 'Entre costuras'. Su popularidad se traduce en más de 13.000 seguidores en Instagram.

No responde al perfil de chica de futbolista con curvas exuberantes y agenda repleta de actos publicitarios. Discreta hasta decir basta, María Lorente lleva más de una década saliendo con el delantero de la Juventus Fernando Llorente. Sin embargo, son muy pocos quienes le ponen cara. Siempre ha tratado de escabullirse de los flashes y no ha caído aún en las redes de internet. Y si lo ha hecho, se guarda de tener sus perfiles bien ocultos. La rubia donostiarra trabaja como médico residente en el Hospital de Basurto desde hace más de cuatro años.

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También es la mujer de un deportista. Y viceversa. Él no pudo terminar el rally Dakar en coche. Ella lo acabó en moto. Rosa Romero Font, catalana de 45 años y madre de tres hijos, es una ingeniera de Telecomunicaciones que trabaja como informática y a la que le gusta competir desde pequeña. "Y eso que en mi familia no hay tradición", contó en una entrevista reciente. Un día coincidió con Nani Roma, el barcelonés que entonces militaba en el equipo de motos KTM, en una pequeña carrera y empezaron a salir. "Yo siempre le preguntaba si podía entrenar con él. Fue muy divertido", recuerda. No existe rivalidad entre ellos y Roma lleva con orgullo los logros deportivos de su mujer, que también practica esquí de montaña y bicicleta de carretera. "Tengo que compaginar el Dakar con el trabajo, los niños... Y lo valora muchísimo. Ahora presume. Le dice a todo el mundo que lo mío tiene mucho mérito", dice ella.

La que nunca se ha resignado a estar a la sombra de nadie es Carlota Casiraghi. Licenciada en Filosofía por La Sorbona, no debió escuchar de pequeña el cuento de los príncipes que comían perdices tras un final feliz. Su abuela era una oscarizada actriz que se casó con un príncipe. Su madre, una princesa que se enamoró de un actor Vincent Lindon. Y ella, hija de Carolina de Mónaco y nieta de Grace Kelly, sale con Gad Elmaleh, un conocido humorista de Francia, 15 años mayor que ella y padre de su hijo Raphael. Personifica la pesadilla de cualquier madre aristócrata -tiene un hijo de 13 años de una relación anterior-, pero dicen que el actor desenfadado y bohemio, de perfil más terrenal, ha humanizado a la princesa, sumida desde la cuna en un aura de inaccesibilidad. Pese a los insistentes rumores de crisis que persiguen a la pareja, la revista 'Closer' confirmó ayer el segundo embarazo de la más 'fashion' de los Grimaldi con la publicación de unas fotos de la joven luciendo 'tripita' en una playa de la californiana Malibú.

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No hay fotos de los dos juntos en un estreno de cine o en un 'photocall'. Tampoco hay una sola imagen de su boda, celebrada el pasado 20 de diciembre tan en secreto que se prometieron amor eterno en su propia casa. La mujer de Joseph Gordon Levitt, el adorable protagonista de '500 días juntos', es nada menos que Tasha McCauley, cofundadora y CEO de Fellow Robots, empresa de robótica ubicada en el Parque de Investigación de la NASA en Silicon Valley. Tasha también es profesora de tecnologías aceleradas e inteligencia artificial en la Singularity University y directora de desarrollo de negocio en Geosim, una compañía de tecnología geospcial de la que es copropietaria.

Benedict Cumberbatch tampoco ha gritado a los cuatro vientos su amor por Sophie Hunter. Ni pedrusco en Instagram, ni exclusiva en 'Hello'. Al actor de moda le bastaron 27 palabras en la sección de sociedad del 'Times' para anunciar su boda. Su prometida, que acaba de confirmar que está embarazada, ha interpretado algún papel secundario en cine y televisión, pero no es del mundillo. Licenciada en Oxford, compagina su faceta como directora de ópera con la de guionista, actriz y cantante.

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Aunque ha pisado alguna alfombra roja, donde se mueve como pez en el agua es los tribunales. Alexi Ashe, la mujer del presentador Seth Meyers, es abogada especialista en Derechos Humanos y trabaja como asistente del fiscal del distrito de Brooklyn, en Nueva York, donde ha conducido arduas investigaciones contra el tráfico sexual en la ciudad. Le sirve la experiencia adquirida en la ONG Human Right First como defensora de casos sobre violencia doméstica, trata de blancas y asilo político internacional.

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