La 'reina madre' rejuvenece

Los especialistas apuntan a que la delegada sindicalista de enfermería se habría realizado una rinoplastia para afinar levemente su nariz. También que habría pasado por un 'lipofilling', que consiste en inyectar en la cara grasa proveniente de una liposucción. Una intervenciones tras las que se encontrarían, según apuntan las malas lenguas, las manos de Antonio de la Fuente, el mismo médico al que acudiría la Reina Letizia.

Unos retoquitos que vendrían complementados con regulares tratamientos como rellenarse los pómulos con ácido hialurónico y algún que otro pinchazo de botox para suavizar las incómodas arrugas en la frente y las temidas patas de gallo. Sin olvidar su paso por la peluquería para aclararse su color de pelo y decir adiós a los pequeños rizos que lucía allá por 2003.

Una metamorfosis que se ha completado con la ayuda del 'otro' Felipe de su hija, el diseñador Felipe Varela. Su 'amor' con el modista comenzó en la boda real, cuando el ahora diseñador de cabecera de la Reina recibió el encargo de vestir a las mujeres de la familia Ortiz Rocasolano. Desde entonces la matriarca le ha sido fiel en las grandes ocasiones, al igual que su hija.

El resultado salta a la vista... aunque siempre que se comparen dos instantáneas del antes y después, no como le ha ocurrido estos días al cambio radical de Renee Zellweger. Rocasolano ha seguido más el ejemplo de otra reina, la de corazones, Isabel Preysler.