"Eres tan guapo que no puedo hablar con propiedad"

Paltrow ya había dicho que se considera fan del presidente, y está claro que no solo por sus ideas políticas. También aquí le puso intensidad desmesurada: «Soy una de tus más grandes fans, si no la más grande». Antes de quedarse muda, Paltrow tuvo tiempo para deshacerse en elogios hacia su «comandante en jefe» -sí, parece que utilizó esa fórmula-, refiriéndose en concreto a sus esfuerzos para combatir el cambio climático y conseguir la igualdad de salarios. «Algo muy importante para mí como madre trabajadora», apostilló ella. Que, por cierto, es desde enero una mujer soltera y sin compromiso, después de que anunciara su separación del cantante de Coldplay, Chris Martin.

La que no estaba, al parecer, era Michelle Obama, a la que algunos han hecho ver en ocasiones anteriores como una mujer digamos que celosa, basándose en ciertos gestos pillados entre mil fotos. Seguro que aquí los reporteros habrían captado una buena mueca. Sí estuvo Julia Roberts, pero no dijo esta boca es mía, quién sabe si también deslumbrada por la apostura del gobernante.

Fueron más o menos 200 invitados los que pagaron como poco mil dólares (800 euros) para estar presentes en el jardín donde se celebró la recaudación de fondos para los demócratas. Y al menos 50 de ellos apoquinaron 15.000 dólares (12.000 euros) para quedarse luego a la cena.

«Sería maravilloso si fuéramos capaces de dar a este hombre toda la energía que necesita para hacer las cosas que él necesita hacer», prosiguió Paltrow. Luego le tocó a Obama, que habló durante 20 minutos sobre los problemas del mundo. Al fondo, sentados en las sillas de jardín, los hijos de Paltrow, Apple, de 10 años, y Moisés, de 8, dormían plácidamente.