Suele ser una habitual de los saraos. Le invitan a todos.

Jazmin Grace de 'Lo Monaco'

La hija ilegítima de Alberto de Mónaco se ha convertido en toda una 'celebrity' a sus 22 años

arantza furundarena

Sábado, 16 de agosto 2014, 00:04

Mucho peor que tener una hija ilegítima, siendo príncipe de un país, es que tu hija ilegítima se convierta en 'it girl'. Es lo que acaba de ocurrirle a Alberto II de Mónaco. Ser 'it girl' no tiene nada de malo (tampoco de bueno), pero ... conlleva el aparecer de continuo en las revistas. Y eso en este caso significa que la prensa esté constantemente recordando que Alberto II de Mónaco tiene una hija ilegítima. La joven se llama Jazmin Grace y tiene 22 años. Que lleve Grace de segundo nombre indica que las aspiraciones de su madre (una camarera estadounidense) nunca fueron desmedidas. De haberlo sido, le habría puesto Grace de primero. La chica no solo acude a todos los 'saraos' a los que la invitan (que vienen a ser todos los que se celebran) sino que además tiene vocación de modelo. En esto no se parece a la hija de Isabel Pantoja, que cuando le preguntan por qué no desfila contesta muy seria: "Es que no me gusta, no sé si me veo".

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Jazmin Grace no solo se ve en una pasarela, sino que ya ha debutado en una de las más importantes del mundo, la de la 'New York Fashion Week'. Desfiló con los párpados pintados de rojo, los pelos de punta en plan 'Algo pasa con Mary' y brackets en los dientes... Y eso que no era Halloween. La chica no ha sacado la belleza de su abuela paterna (de la materna se diría que tampoco), pero tiene ese 'it', ese algo que la hace especial. Tal vez el ser hija biológica (¿más legitimidad que eso?) de un príncipe europeo. Su nacimiento se remonta a esa época loca de Alberto Grimaldi en la que más que el príncipe de Mónaco parecía el de Lo Mónaco, el famoso colchón. Lo mismo tiraba los tejos a una camarera americana que a una azafata togolesa... Y todas le decían que sí. Salvo nuestra aguerrida Ana Obregón, que le dio calabazas igual que antes se las había dado a Spielberg (eso dice ella).

A Tamara Rotolo, la madre de Jazmin, la conoció el príncipe monegasco en un partido de tenis. Ella estaba viajando por la Costa Azul con unas amigas en un intento de olvidar un amargo divorcio (endulzándolo con una pensión vitalicia). Tontearon (se supone), fueron algo más allá, se despidieron a las dos semanas... Y unos nueve meses después nació Jazmin Grace. Alberto al principio se negó a reconocerla y, sobre todo, a apoquinar los más de 7.000 euros que reclamaba la madre en concepto de pensión alimenticia. Sin embargo, años más tarde, en 2006, viendo que no le quedaba otra que reconocer también al pequeño Alexander Érik (su vivo retrato, pero en mulato) hizo un 'pack' de hijos ilegítimos y decidió incluirla también a ella. Ahora la joven no solo desfila y marca tendencia, sino que dispone de su propia fundación benéfica dedicada a la infancia... Ni Carolina.

Igual que su hermanastro Alexander, Jazmin no tiene derecho al trono pero sí compartirá herencia paterna con los descendientes legítimos de Alberto de Mónaco. El primero ya está en camino (aunque algunos todavía lo dudan). En un intento de escenificar su embarazo, a Charlene se le ha ido un poco la mano y hace unos días, en el último Baile de la Cruz Roja del Principado, apareció con un vestido azul noche demasiado 'oversize' para sus cuatro meses de gestación. Dentro de ese traje 'tienda de campaña' podría haber habido un bebé o toda una tribu de 'sioux'... Es su forma peculiar de hacer las cosas. Desde que se casó con Alberto, la nadadora sudafricana se ha vuelto muy misteriosa. En Mónaco especulan con la posibilidad de que el primer hijo legítimo de sus príncipes sean en realidad dos. Y como dos y dos son cuatro, la herencia se antoja reñida.

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